A lo sucedido la semana pasada en la plaza blanda del paseo Arazaty, se suma el reclamo de vecinos que habitan en cercanías de la plazoleta Llano. Denuncian a personas adultas quienes se acercan al espacio público y destrozan los juegos que son para niños
La ciudad de ciudad de Corrientes crece en obras relacionadas al mejoramiento de los espacios públicos y particularmente, esta gestión se propuso arreglar las plazas de las cuatro avenidas principales y las de la periferia. Inclusive, en algunos casos, se construyeron a nuevo. Lamentablemente hay personas a quienes no les interesa el bien común y proceden a las rupturas de juegos u otros elementos.
Pese a la posición que la actual gestión nacional tiene con la obra pública, históricamente el dinero de los contribuyentes debe ser invertido en trabajos que sirvan para el uso de la mayoría de los ciudadanos. En gran parte del país hay déficit de pulmones verdes o espacios de recreación para chicos y grandes.
En la ciudad si bien también existe ese déficit, en los últimos años, el Gobierno de la provincia en conjunto con la Comuna capitalina decidió invertir en la reparación de paseos públicos. Esto incluyó no solo mejora en los juegos para niños, sino que también alumbrado público con sistema led, sendas peatonales, bancos, entre otros elementos.
Lamentablemente esas inversiones para algunos inadaptados no tienen valor, ya que en los últimos días se detectaron destrozos. Uno de los que más criticas recibió fue la del paseo Arazaty. Allí, además de romper algunos juegos, un grupo de personas quemó el caucho que sirve de protección ante la caída de algún niño.
Ante estos hechos, vecinos de otros barrios denunciaron destrozos en otras plazas. Marta, una vecina de la Plazoleta Llano, expresó su preocupación por el deterioro de los juegos infantiles ubicados en dicho espacio de recreación.
Esta situación se suma a la reciente rotura de juegos en otro espacio inaugurado en la bajada del Puente General Manuel Belgrano, que actualmente permanece cerrado por reparaciones.
Marta relató que el problema no se limita solo a la plazoleta Llano. “Durante la tarde, no hay inconvenientes, pero por la noche, los juegos son utilizados por jóvenes que no están en edad de usarlos y cuyo peso los daña. Además, algunas personas en situación de calle duermen allí y, en estado de ebriedad, también arremeten contra los juegos”, explicó.
La vecina destacó que el Municipio ha reparado varios juegos en múltiples ocasiones, pero la situación se repite. “Ahora están rotos uno de los elefantes para los más pequeños y una hamaca para niños discapacitados. Están en un estado peligroso; algunos están atados con alambre y otros tienen hierros expuestos”, señaló.