La argentina sorprendió con un vestido gris perla a juego con el equipo de sastrería de su marido. La princesas Amalia y Alexia se vistieron de verde y rojo, respectivamente.
La moda real es una de las más grandes demostraciones de elegancia en el mundo fashionista y la familia de los Países Bajos, con Máxima Zorreguieta como exponente indiscutida en este campo, es el fiel reflejo de esta premisa. De punta en blanco en cada evento y retrato oficial, ahora se lucieron impecables en la lectura del discurso del rey durante las celebraciones del Día del Presupuesto o Día del Príncipe en La Haya.
Para esta importante ocasión, en la que el gobierno anuncia sus planes para el próximo año, el rey Guillermo se lució desde su trono con un chaleco de sastrería gris a juego con una corbata en color plata y jaquet negro. Una camisa blanca clásica, un pantalón de vestir gris oscuro con rayas diplomáticas y zapatos de cuero negro acordonados coronaron el equipo.
A su lado, la reina argentina loa acompañó con la elegancia y sofisticación que la caracterizan. A juego con su esposo, lució un vestido largo de color gris perlado de la firma danesa Claes Iversen con mangas tres cuartos, un lazo en la cintura y un imponente moño en la hombro derecho. Sumó un tocado pillbox y guantes a juego con el vestido y un clucth y sandalias con plataforma metalizados.
Acompañó la apuesta con joyería real: un broche en la cintura que perteneció a la reina Juliana de los Países Bajos y un par de aros de diamantes y aguamarinas que ya ha usado en otras ocasiones. Además, llevó la cinta y la Estrella de la Gran Cruz de la Orden del León de los Países Bajos.
Las dos hijas mayores de los monarcas también dieron el presente y saludaron desde el bacón del Palacio Noordeinde. La heredera al trono, la princesa Amalia, llevó un vestido verde petróleo con hombreras, mangas largas abiertas y una pequeña abertura en el escote. Su hermana, la princesa Alexia ,eligió un diseño rojo de escote en V y mangas largas. Ambas lucieron encima la misma banda que su mamá.
Del saludo en el balcón también formaron parte la princesa Laurentien con un vestido fucsia con detalles florales y tocado a juego y su esposo, el príncipe Constantino Cristóbal, con traje en gris, blanco y negro como el del rey.