Tras verse la semana pasada con Volodimir Zelensky, el director del organismo, Rafael Grossi, sostendrá un encuentro Vladimir Putin en Moscú. La oficina dijo que las instalaciones de Zaporizhzhia siguen siendo propiedad de Energoatom
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se reúne hoy en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladimir Putin, para hablar sobre el futuro de la central ucraniana de Zaporizhzhia, que el Kremlin se apropió irregularmente hace una semana.
La reunión entre Putin y Grossi, que visitó Ucrania la pasada semana, fue confirmada el lunes en rueda de prensa por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Grossi informó hace unos días de que tiene intención de mantener consultas “con las autoridades competentes” sobre los planes de Rusia de quedarse en propiedad con Zaporizhzhia, la mayor central nuclear de Europa.
Tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, Grossi subrayó que para el OIEA la planta “es una instalación ucraniana” que pertenece a Energoatom, la corporación atómica de Ucrania.
“Para nosotros está claro, se trata de una instalación ucraniana, la propiedad es de Energoatom (la empresa pública nuclear de Ucrania), cualquier cambio es un asunto complejo. Vamos a conocerlo”, dijo Grossi.
Grossi propone desde hace semanas la creación de una zona de protección en torno a la planta para evitar un accidente nuclear, que sigue siendo “una posibilidad muy, muy clara”.
“Estamos avanzado y progresando en mis consideraciones sobre la creación de una zona de protección. Estoy decidido a llevar esta discusión a un resultado positivo, voy a seguir”, dijo el director general del OIEA, quien destacó que “muy pronto” volverá a Kiev, para reunirse con Zelensky.
Putin decretó el pasado 5 de octubre la apropiación de la planta y sus instalaciones adyacentes, y la creación de una empresa que garantice su seguridad.
Además, la compañía estatal rusa Rosenergoatom creó una empresa para gestionar su funcionamiento y nombró un nuevo director en sustitución del detenido Ihor Muráshov, ya liberado.
La Unión Europea (UE) calificó de “ilegal” el decreto de Putin, al que conminó a retirar sus tropas y devolver el control de la planta a Kiev.
Desde hace semanas Grossi insiste en la creación de una zona de seguridad alrededor de la central, ocupada por las tropas rusas desde principios de marzo y objeto de bombardeos de los que se acusan ambos bandos.
La agencia de la ONU, quien destacó el 6 octubre que no se habían registrado más explosiones en la planta desde el pasado día 1, advirtió que los últimos bombardeos rusos en Zaporizhzhia podrían afectar a la cercana central.
El OIEA alertó que los seis reactores de la planta están desactivados, en lo que se llama “parada fría”, después de que las tropas rusas desconectaran por completo la central. Aunque estén desactivados, los reactores siguen necesitando electricidad para mantener funciones vitales de seguridad nuclear, como la refrigeración de los reactores