Un decreto firmado por el ministro de Economía Luis Caputo había fijado un cronograma para aplicar las subas pendientes del 2023 para ambos impuestos. Así, se definió que desde el 1° de marzo se computará la inflación del primer y segundo trimestre del año pasado. En abril se aplicará el tercero y en mayo la variación correspondiente al cuarto trimestre, que serán las de mayor impacto.
En detalle, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó que en marzo el ICL pasó de un monto fijo de $33 saltará a $98 por litro, es decir, un alza del 50 por ciento. El traslado del incremento de dichos impuestos hubiera implicado una suba del 4,4% en la nafta y del 2,7% en el gasoil.
De esta manera, el litro de súper escalaría $32,63 y el gasoil, $21,12. Sin embargo, se aplicó una suba mayor al precio en surtidor dado que las petroleras están en plan de ajustar también por la devaluación programada (crawling peg) del 2% mensual y camino a una recomposición de precios que lleve al valor local al de paridad de exportación, es decir, que lo equipare con precios internacionales.
Las principales operadores —además de YPF—, como Shell (cuya licencia en el país es operada por Raizen), Axion y Puma, aplicaron subas similares. Entre todas suman el 95% del mercado.
Shell en Corrientes
En Corrientes, una estación de Shell ubicada a metros de la Rotonda de la Virgen de Itatí ya remarcó sus pizarras que tuvieron esta variable:
Nafta Super 948 pesos el litro (estaba 891)
Nafta V Power 1156 pesos el litro (estaba 1088)
Evolux Diesel 1019 el litro (estaba 955)
V Power Diesel 1229 el litro (estaba 1142)