JP Morgan consideró que a partir del segundo semestre del año y comienzos del 2025 podría sentirse una recuperación económica a raíz de la acumulación de reservas, el pago de deudas pendientes y la producción agropecuaria.
El banco JP Morgan, uno de los más grandes de Estados Unidos, publicó un revelador informe sobre las proyecciones económicas de la economía argentina a raíz de los primeros meses de gestión del nuevo gobierno de Javier Milei. La institución bancaria analizó las medidas adoptadas por el Ejecutivo y el Ministerio de Economía liderado por Luis Caputo y comparó los resultados con años anteriores. De esta forma anticipó algunas conclusiones positivas de cara al segundo semestre del año y comienzos del 2025, pero también hizo algunas advertencias.
El informe elaborado en conjunto con Latin America Economic Research Global Data Watch destacó algunas victorias de la nueva administración durante los meses de enero y febrero, entre las que se destaca el superávit fiscal. Mientras que marcó aspectos negativos, como la caída de la actividad económica que siguió “su curva descendente” desde el último dato que había publicado el banco en octubre de 2023.
Consideró que a raíz de las últimas medidas aplicadas por el exministro de Economía Sergio Massa hubo una “degradación del poder adquisitivo real”, que se potenció con el ajuste del gasto público y la corrección de precios relativos que aplicó el nuevo Gobierno. “La actividad real ha perdido 5,8% hasta el 24 de enero. La velocidad y la profundidad de la caída libre eclipsa las recesiones de 2018 y el ajuste de 2015-2016 cuando la administración de Macri asumió el cargo”, explicaron.
En el informe se detalla que hubo una caída en el crecimiento a lo largo de diciembre, enero y febrero de más del 15,2% anual e insistió en que “la caída de algunos sectores como la manufactura, el comercio y la construcción es más agresiva que en la crisis financiera repentina de 2018″.
Sin embargo, se detalla que luego de la histórica sequía que sufrió el país durante 2022 y 2023, la producción agrícola podría compensar parte de la caída de la actividad general. A pesar de esto, el informe consignó como posible que haya una mejora en la economía general en el segundo semestre del año. Más precisamente, evalúa que tras la caída del PBI anual del 4,3%, para fines de este año ese número oscile en torno al 3,6% interanual.
Por otro lado, el análisis de JP Morgan puso el foco en uno de las principales problemáticas del Gobierno: la deuda comercial. El informe estima que a raíz de que el Banco Central logró comprar y acumular reservas en dólares por un valor de US$8.500 millones, a su vez emitió US$7.000 millones en Bopreal, los títulos facilitados por el Central para importadores de bienes y servicios con obligaciones pendientes de pago. Es decir, el Banco Central logró acumular reservas a costa de aumentar la deuda comercial, que según el banco estadounidense se ubica en torno a US$8.800 millones.
De cara al futuro, la entidad bancaria señaló que si los pagos de importaciones comienzan a normalizarse, el ritmo de acumulación de reservas tendería a desacelerarse, pero que la modificación de las actuales regulaciones para exportadores podría acelerar el ritmo de acumulación de reservas, avanzando hacia la liberación del cepo y los controles de capital en el mediano plazo.
Si bien el informe de JP Morgan ve puntos positivos y negativos en la gestión económica, también argumenta que el “severo ajuste” presenta un “escenario sombrío” para la los sectores más vulnerables de la sociedad que podrían ver depreciados sus ingresos.
Esto es algo que ha remarcado el Fondo Monetario Internacional durante las reuniones que mantuvieron tanto el Presidente como sus funcionarios con importantes directivos del organismo. Gita Gopinath, la subdirectora gerente del Fondo le planteó a Milei que debería tener recaudos sobre los efectos que puede tener la crisis y la recesión en la población tras la aceleración del proceso inflacionario de los primeros meses de gestión.
Recientemente, en una entrevista que brindó el presidente de la entidad, Facundo Gómez Minujín, se había expresado en la misma línea. “El Gobierno vienen desactivando bombas que había cuando asumieron el 10 de diciembre. Recibieron una situación muy difícil, sobre todo por el lado de la inflación, que se había acelerado mucho al final, y por el lado de las reservas, que siguen siendo negativas. El tema de las Leliq, que era un gran problema el año pasado, hoy ya no está más sobre la mesa”, había analizado sobre los primeros meses del oficialismo en el poder.
En ese sentido, también se expresó Rodrigo Valdés, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo y exfuncionario del Ministerio de Hacienda en Chile, quien a pesar de destacar los logros obtenidos por el gobierno de La Libertad Avanza en materia de acumulación de reservas, superávit financiero y control de la inflación, sí realizó algunas observaciones.
“El progreso ha sido impresionante”, dijo el economista chileno, e insistió: “Hay que sostener los esfuerzos para apoyar a los más vulnerables, para que el peso del ajuste no caiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”. “El plan requiere implementación política. Es muy importante continuar mejorando la calidad del orden fiscal. Y enfatizo esto: la calidad y no la cantidad”, explicó el funcionario, sobre la evolución de las cuentas públicas y la sustentabilidad de ese superávit, que se alcanzó con recorte de gasto y licuación de partidas jubilatorias.
Fuente: La Nación.