(Corresponsalía Buenos Aires) – A sus 85 años de edad, falleció Cesar Luis Menotti, el Director Técnico que no solamente consiguió el primer campeonato del mundo de fútbol para la Argentina, sino que marcó una nueva era no solamente en lo táctico, sino en lo social y pasional.
El fútbol argentino, de luto: a los 85 años, murió César Luis Menotti. El ex director técnico de Argentina campeona en 1978 y Director de Selecciones que respaldó a Lionel Scaloni en la gesta que decantó en el título en Qatar 2022, dejó un legado eterno, tanto a partir de su estilo y filosofía, como también desde la organización que sentó las bases de las mejores épocas del combinado nacional.
César Luis Menotti es un nombre que va más allá de los resultados en el fútbol argentino. Su legado trasciende victorias y derrotas para convertirse en un símbolo de cambio y prioridad en el deporte nacional. Menotti logró algo que hoy parece fundamental: colocar a la Selección Argentina en el centro de atención, por encima de los intereses individuales y los resultados inmediatos.
En un momento en el que el fútbol argentino se encontraba perdido y distante de las potencias mundiales, Menotti tomó la batuta para redefinir el rumbo. Él fue quien estableció que la Selección debía ser la máxima prioridad, y en torno a esta premisa construyó una nueva organización. Su visión no solo se limitaba a lo táctico y técnico, sino que también abarcaba la necesidad de modernización del deporte, adaptándose a los avances en la preparación física y al contexto “industrial” del fútbol.
Menotti fue pionero en la implementación de un sistema de reclutamiento más amplio, que incluía la búsqueda de talentos en todo el país. Formó lo que se conocería como la Selección del interior y estableció criterios claros: los jugadores debían priorizar la Selección Argentina sobre cualquier otro interés. Esto no siempre fue fácil y generó tensiones, como en el caso de las estrellas de River en 1976.
Uno de los pilares de su estrategia fue la organización de calendarios intensivos de partidos contra los mejores equipos de la época, demostrando que los futbolistas argentinos estaban a la altura físicamente. La serie internacional del 1977 en la cancha de Boca fue un punto crucial en la preparación para la conquista del Mundial de 1978.
Bajo su dirección, Argentina logró sus primeros títulos mundiales: el mayor en 1978 con la victoria ante Holanda, y el juvenil al año siguiente con Maradona como figura destacada. Aunque la ilusión en 1982 se vio frustrada, Menotti dejó un legado imborrable. A su salida, asumió Bilardo con una propuesta técnica diferente, pero la prioridad de la Selección Argentina se mantuvo intacta, gracias al precedente establecido por Menotti.