Entre enero y junio, la Municipalidad recibió 227 comunicaciones alertando casos de maltrato, abandono y tenencia irresponsable, sobre todo de animales domésticos. Desde la Secretaría de Gobierno explicaron las labores que se hacen ante este tipo de situaciones.
La administración capitalina informó que durante el primer semestre de 2025 intervino ante más de 227 denuncias por maltrato animal, un 15% más que en igual etapa del año pasado.
Los casos más habituales incluyen animales domésticos mantenidos en condiciones de abandono.
Ante ello, desde la Municipalidad esgrimen que vienen fortaleciendo sus acciones en favor del bienestar animal a través de campañas de concientización, capacitaciones en instituciones educativas y una atención eficaz ante los casos de maltrato y tenencia irresponsable.
Ante el crecimiento de las denuncias hechas por los vecinos en torno a casos de maltrato animal, el secretario de Coordinación de Capital, Hugo Calvano, indicó que “esto demuestra que los vecinos se están involucrando más en comparación al año pasado y progresivamente va en aumento a medida en que la Municipalidad no solo difunde los casos en los que intervenimos, sino también porque se viene trabajando mucho con la comunidad”.
En paralelo, la Municipalidad sostiene un protocolo de atención inmediata ante denuncias recibidas por el Sistema de Atención Ciudadana 147 o el asistente virtual MuniBot (3794-341768).
“Cuando un vecino llama por un caso de maltrato o tenencia inadecuada, primero toma contacto el equipo de Bienestar Animal y luego se coordinan acciones con otras áreas si es necesario”, explicó.
“Si tenemos un perro atado sin agua ni comida, acudimos, hablamos con el vecino y si colabora se resuelve; si no, se activan otras instancias”, añadió.
Para situaciones más complejas, la Municipalidad trabaja con la Fiscalía, la Policía de Corrientes, Recursos Naturales y el Centro Aguará, según la naturaleza del caso y del animal.
Además de retirarle el animal al maltratador, los responsables reciben una multa económica significativa. “Lo que se busca con esto es desalentar la conducta. Cuando la gente sabe que hay una sanción fuerte, rápida y que no excluye la vía penal, toma conciencia de que tener un animal implica obligaciones”, afirmó.
En tanto que las tareas educativas tienen un lugar central en la estrategia comunal. “Estamos trabajando con los más chiquitos en los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y con distintas instituciones educativas primarias y secundarias”, destacó Calvano, y resaltó el compromiso de la comunidad docente para fomentar los valores relacionados al respeto por los animales y la convivencia.
Respecto al cambio cultural necesario, el funcionario fue claro: “Muchas generaciones crecieron pensando que el animal era una cosa. Hoy eso cambió; los animales son reconocidos como seres que sienten. Así lo reflejamos en nuestro Código de Convivencia”.
Finalmente, Calvano confió en el papel transformador de las nuevas generaciones: “Son los más chiquitos los que le van inculcando a sus padres y abuelos estas nuevas conductas. Y eso es lo que nos va a permitir construir una mejor comunidad”.