La causa, que ya está en manos de la Justicia, revela una red de promesas incumplidas, pagos en efectivo y reservas fantasma.
Lo que empezó como una aparente oportunidad para volar barato a Europa terminó convirtiéndose en una estafa masiva. Cientos de personas aseguran haber sido víctimas de una maniobra fraudulenta que ofrecía pasajes aéreos a precios irrisorios.
La Justicia investiga el caso, que tendría como principal señalada a una mujer que prometía acceso a tarifas preferenciales gracias a supuestos vínculos con aerolíneas internacionales.
Durante meses, una red informal presuntamente liderada por un mujer identificada como Agustina y por una intermediaria identificada como Karyna ofrecía pasajes internacionales —principalmente hacia Europa— con descuentos de hasta el 60%.
¿La clave? Una supuesta operatoria interna de empleados aeronáuticos, conocida como “sublo” (del inglés, subject to load), por la que los boletos se emitían solo si había disponibilidad.
A pesar de las condiciones poco convencionales —pagos en efectivo, sin tickets inmediatos ni confirmación oficial—, muchas personas lograron viajar, lo que contribuyó a consolidar la confianza en el sistema.

La primera señal de alarma surgió hace un mes. Según los testimonios reunidos, Karyna dejó de responder mensajes y empezó a ofrecer alternativas menos viables: vuelos que partían desde Brasil, lo que obligaba a los compradores a asumir un costo extra de traslado a San Pablo. Algunos accedieron, otros ya no recibieron respuesta.
Las sospechas se confirmaron cuando varios damnificados intentaron ubicar a la mujer en su domicilio. Allí fueron recibidos por una niñera, que negó estar al tanto de la operatoria, pero confesó haberse visto perjudicada por la misma mujer.