Se trata de una iniciativa impulsada por vecinos del barrio Madariaga. En diálogo con diarioepoca.com, Lisandro Cuevas relató: “Cuando hay voluntad y está el compromiso, todo se puede lograr”.
Un imponente mural de un yaguareté haciendo frente a la destrucción de su tierra consumida por el fuego, producto de la negligencia del hombre, se alza en la esquina de las calles Jacaranda y Sauce. Como una especie de recordatorio, la obra hace alusión al hecho de que “muchas veces somos nosotros mismo quienes provocamos aquellos problemas que hoy nos aquejan”.
Así lo definió Lisandro Cuevas, impulsor de esta iniciativa que fue realizada junto a los vecinos del barrio Madariaga: “Mucha gente tiraba ramas o basura en esa esquina y se ensuciaba constantemente. Ante eso planteé el proyecto a un grupo de vecinos, a quienes les gustó la idea y se sumaron al desafío”.
A pulmón, cada persona sumó su granito de arena y contribuyó para que este proyecto fuera una realidad: “Consideré que, si involucraba a cada vecino en el compromiso y la responsabilidad del cuidado del lugar y del ambiente, ayudaría a tomar mayor conciencia. Ahora, hasta las criaturas están contentas por la imagen, se sacan fotos y nosotros les contamos para qué se realizó el mural: cuidar el medio ambiente, y en este caso, el barrio”.Previous


La obra se realizó en dos días, y fue plasmada por el artista Marcos Aldavez. “Todo esto fue posible gracias a los vecinos que aportaron y no sólo ellos, sino también el jardín botánico que colaboró con varias plantas que se colocaron en el lugar”, contó Cuevas.
De esta forma embellecieron un espacio que antes se consideraba como un basural a cielo abierto. “Aunque a veces las cosas parecen difíciles o que el lugar no tiene solución o remedio, considero que es todo lo opuesto, si hay voluntad de cada vecino y está el compromiso todo se puede lograr. Si nosotros actuamos es allí donde los proyectos y las actividades toman un mayor valor”, concluyó.