Luego del paso del huracán Ian los habitantes de la isla se han quedado en oscuras y mayoritariamente incomunicados
El colapso del sistema eléctrico en Cuba y la incapacidad de la dictadura castrista para solucionarlo, provocaron la cuarta noche de protestas en municipios de La Habana y algunas movilizaciones espontáneas fueron reprimidas por las fuerzas del régimen.
Una de las concentraciones, con más de un centenar de personas, se produjo entre las calles 23 y F, en el barrio del Vedado, uno de los puntos donde aún no ha vuelto la electricidad. Según pudo constatar Efe, el grupo protestaba por el apagón continuado que sufren desde el pasado martes y sus consecuencias a primera hora de la noche y rodeados por un gran número de policías y agentes de la seguridad del Estado.
Entre los manifestantes, gritaron “¡Libertad, libertad!” en varias ocasiones y también consignas en contra de los miembros del régimen cubano.
Se trata de la cuarta noche consecutiva que se producen protestas espontáneas en La Habana por la falta de corriente, consecuencia del apagón total que sufrió toda Cuba por el paso de Ian.
En días anteriores las manifestaciones, de cacerolazos a cortes de calzada y sentada, tuvieron lugar principalmente en barrios humildes de la capital, con los apagones como principal reivindicación.
Cinco días después del paso del huracán Ian de categoría tres, que arrasó el extremo oeste de la isla y dejó tres muertos y cuantiosos daños materiales, el país apenas ha remontado del apagón total que sufrió el martes. La mayor parte de los 11,1 millones de habit
antes no tiene electricidad -a lo sumo algunas horas al día-, la mayoría de tiendas y gasolineras permanecen cerradas y el bombeo de agua corriente está detenido
La estatal Unión Eléctrica (UNE) anunció que consiguió unificar la red, fraccionada tras el evento de “cero generación” energética del martes, pero reconoció dificultades más allá de los tendidos: 7 de las 14 plantas del país están paradas, entre ellas las dos mayores.
Las protestas siguen a las que se produjeron en Camagüey (este), Batabanó (oeste) y en barrios humildes de La Habana como El Cerro, Arroyo Naranjo y San Miguel del Padrón.
El jueves y el viernes se detectó asimismo el bloqueo casi total del tráfico de internet desde Cuba desde última hora de la tarde y hasta la madrugada, según denunciaron varias plataformas especializadas. El régimen no informó sobre este incidente. Activistas argumentaron que se trató de un intento de silenciar las manifestaciones y evitar que se propagasen con ayuda de las redes.
El escenario de total censura hizo que cada vez más los cubanos miren con admiración el ejemplo de Ucrania, donde se encontró una solución a los deseos autoritarios de Vladimir Putin de impedir la comunicación al mundo de lo que realmente estaba ocurriendo en el terreno -las brutalidades de sus soldados en cada rincón de los territorios ocupados- y la difusión de alertas para mantener informada a la población de los peligros de la ofensiva. La solución llegó de la mano de los satélites de Elon Musk. El magnate puso su red Starlink a disposición de los ucranianos. Los mantuvo y mantiene conectados, y también garantiza el uso de drones en defensa del país.
Cuba atraviesa una grave crisis desde hace dos años por la conjunción de la pandemia y los errores en la política económica y monetaria. En este tiempo se ha cronificado la escasez de alimentos y medicinas, se han multiplicado las colas, se ha hundido el valor del peso -de 24 por un dólar hasta rozar los 200 en el mercado informal- y se ha disparado la inflación.. Pero el poder del régimen de clausurar el acceso a internet frena la difusión de la resistencia.
Lo cierto es que el sistema energético cubano estaba en crisis antes de Ian. Siete de las ocho plantas termoeléctricas terrestres (hay rentadas otras seis flotantes) tienen más de 40 años, cuando su vida estimada es de 30. Las centrales y la red sufren además un prolongado déficit de inversiones y mantenimiento.
Los cortes eléctricos se han hecho frecuentes. Entre julio y septiembre solo hubo dos días sin cortes en algún punto del país. En ciertas localidades alcanzan las doce horas diarias consecutivas.
Y desde el 11 de julio de 2021 cuando los cubanos salieron a lo largo de todo el país a protestar de manera masiva y pacífica contra la dictadura, las expresiones de rechazo al régimen se suceden casi a diario.