El romance entre los actores parece haber terminado a causa de la mala convivencia y, en consecuencia, Affleck habría abandonado la mansión familiar.
Los rumores de las peleas entre Jennifer López y Ben Affleck indicarían que la pareja del año se acerca hacia una ruptura debido a una gran crisis matrimonial, según señalaron “Bennifer” a los medios.
El actor asegura que “está harto” y la protagonista de “Marry me” se encuentra “aterrada“. Tras los problemas entre los mediáticos, el esposo abandonó la mansión que compartían en Los Ángeles.
Luego de 20 años, el amor volvió a resurgir cuando J Lo acabó su relación con el exjugador de béisbol Álex Rodríguez y Affleck con la madre de sus hijos llamada Jennifer Garner, celebridad absoluta en la industria cinematográfica de Hollywood.
La posible causa del conflicto es que el galán le prometió a la diva del Bronx que dejaría de fumar y, tras el transcurso de las discusiones, Ben ha aumentado su hábito, por lo que la actriz enfureció.
La cantante explicó que no soporta este comportamiento ya que es una mujer fitness y que ese estilo de vida no está vinculado con la suya, motivo por el cual se ha generado una batalla imparable entre los enamorados, según fuentes cercanas a la pareja.
Avanza la crisis y retrocede el amor
Tras la segunda boda, Jennifer López se volvió muy controladora de su marido, a tal punto que le escoge la vestimenta que debe usar o comprar. La misma exigencia la trasladó a su trabajo, debido a que pasa la gran parte del tiempo enfocada en sus guiones o asuntos empresariales, provocando un estrés en su rutina diaria.
Desde que han llegado a la mansión, ubicada en Los Ángeles, la cantante que causa furor ha estado concentrada en su vida profesional y, en efecto, ha pasado poco tiempo con su actual pareja y sus cinco hijos, quienes requieren una mayor atención de su madre.
Hace menos de un mes, los recién casados decidieron dar el sí en la lujosa casa en Georgia del actor y, unas semanas antes, se habían jurado amor eterno delante de sus hijos en Las Vegas, pero parece que las discusiones son más fuerte que el vínculo prometido.