Una interrupción global en los servicios del gigante de la infraestructura web, Cloudflare, provocó un martes negro para millones de usuarios. Plataformas masivas, desde la red social X (ex Twitter) hasta el popular videojuego League of Legends y la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT, experimentaron caídas o problemas de conexión a nivel mundial, confirmando una vez más la dependencia crítica del ecosistema digital en unas pocas empresas clave.
La falla, que la propia compañía identificó y comenzó a investigar durante la mañana, impactó en la vasta red global que Cloudflare utiliza para acelerar y proteger millones de sitios web y aplicaciones. La empresa, que maneja un promedio de 81 millones de solicitudes HTTP por segundo, reconoció el problema en su página de estado, aunque el alcance total de la afectación y su causa exacta aún están bajo análisis.
La magnitud del incidente no tardó en evidenciarse. Informes de la plataforma DownDetector mostraron picos de caídas que afectaron a múltiples servicios en línea. Entre los reportes se destacaron las dificultades para acceder a X, la inestabilidad en la plataforma de streaming Spotify y problemas en el servicio de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT.
Este evento se suma a un historial reciente de interrupciones, recordando la caída masiva que sufrió Amazon Web Services hace apenas un mes, un signo de la vulnerabilidad inherente de la infraestructura central de Internet.
Qué es Cloudflare y por qué su caída genera un “apagón”
Cloudflare, gigante de la infraestructura de la red. Foto: Shutterstock
Cloudflare es mucho más que un simple proveedor de servicios: es un gigante de la infraestructura de Internet, un “intermediario” crucial que se interpone entre los servidores de un sitio web y sus usuarios. La empresa se basa en dos pilares fundamentales: la Red de Distribución de Contenidos (CDN) y la ciberseguridad. En términos sencillos, cuando un sitio web utiliza Cloudflare, el tráfico de Internet se enruta primero a través de la red global de la compañía.
Su principal servicio es la CDN, una vasta red de centros de datos distribuidos por todo el mundo. Esta red almacena copias de los contenidos estáticos de un sitio web (imágenes, hojas de estilo, scripts) en el punto más cercano al usuario que solicita la información. Por ejemplo, si un usuario en Buenos Aires quiere ver un sitio alojado en un servidor de Estados Unidos, la CDN de Cloudflare entrega el contenido desde un nodo en Argentina (como se reportó en los mantenimientos recientes) o uno muy cercano. Esto tiene un doble beneficio: acelera dramáticamente los tiempos de carga y reduce la sobrecarga en el servidor de origen.
Además de la velocidad, Cloudflare ofrece una capa de seguridad. Funciona como un “proxy inverso” que protege a los sitios web contra ataques de denegación de servicio distribuidos (DDoS), que buscan saturar un servidor con un volumen masivo de tráfico. Al actuar como barrera, Cloudflare filtra el tráfico malicioso y solo permite que las peticiones legítimas lleguen al servidor original.
Su función se ha vuelto tan vital que, tal como indica la propia compañía al gestionar un promedio de más de 78 millones de solicitudes HTTP por segundo, “cuando Cloudflare tiene problemas, Internet tiene problemas”. El fallo en su sistema de DNS (Domain Name System), uno de los más rápidos y seguros del mundo, o en su CDN, se traduce inmediatamente en errores de acceso y carga lenta para una incalculable cantidad de servicios que dependen de su protección y optimización.
A pesar de su posición dominante, Cloudflare no es la única empresa que ofrece estos servicios esenciales. El mercado de la CDN, el cloud computing y la ciberseguridad web está poblado por gigantes tecnológicos y especialistas de nicho que compiten por ser el “escudo” y el “acelerador” de la web.
Amazon CloudFront, por ejemplo, es el servicio de CDN y plataforma perimetral ofrecido por Amazon Web Services (AWS). Integrado con el ecosistema de AWS, destaca por su escalabilidad y la profunda integración con la nube más grande del mundo. Akamai Technologies está considerado históricamente como uno de los pioneros y líderes del mercado de CDN y ciberseguridad.
Y otro viejo conocido es Fastly, que experimentó una caída en 2021 que tumbó, también, una gran parte de internet.