En un contexto donde la sequía afecta a los principales cultivos, el Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) informó que desde este jueves se pronostican lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el centro y norte del país.
En tanto, se indicó que algunas precipitaciones podrían ser intensas, con acumulados importantes, en Cuyo entre este jueves y el sábado; en el noroeste (NOA) entre este viernes y el domingo; y en el noreste (NEA) este sábado y domingo.
El INTA además anticipó un ascenso de las temperaturas en la primera parte de la semana, con ambiente templado a cálido. Las marcas térmicas podrían superar los 35 y 40 grados. Luego, un frente frío avanzará y el fin de semana se registrará un descenso de temperatura.
De acuerdo al Instituto, se espera que el ENSO, El Niño-Oscilación del Sur, un ciclo de eventos de calentamiento y enfriamiento del Océano Pacífico ecuatorial y su atmósfera, continúe en su fase fría con intensidad moderada durante el inicio del verano con una probabilidad del 76%, la cual disminuiría al 50% entre enero y marzo.
A su vez, el contenido de agua útil en el perfil del suelo se encuentra por debajo del 10% en casi todo el territorio nacional, con excepción del este y el noreste de la provincia de Buenos Aires, donde se ubica entre el 30% y el 50%.
Advierten que los cultivos necesitan lluvias de manera urgente
En diálogo con TN, el jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Russo, se refirió días atrás a la situación crítica que atraviesan los cultivos y la necesidad de que haya precipitaciones de manera urgente.
“Todo lo que sea agua, se festeja muchísimo, porque en estas condiciones tienen que llover entre 10 y 15 mm todas las semanas. El que se queda fuera de ese riego, entra en la zona roja”, comentó.
Por último, Russo detalló que, producto de las “temperaturas infernales” de las últimas semanas, están observando comportamientos “muy raros” en la soja implantada en la zona núcleo.
“Hay lotes que están floreciendo, con 30 días de siembra. Es decir, el enorme estrés hídrico está induciendo a la floración. Es algo muy extraño. También hay lotes que se están secando y otros donde se ve que el calor les produjo un desorden hormonal, como si hubiesen tenido un desequilibrio químico. El tema viene muy bravo, creo que difícilmente se puedan sembrar las 17,1 millones de hectáreas de soja proyectadas en el país”, detalló.