Así es el “encierro extremo” que viven los rugbiers en la cárceL

Tienen un régimen especial tras haber denunciado abusos de parte de otros presos. El 2 de enero comienza el juicio que puede llevarlos a la cadena perpetua.

A casi tres años del crimen de Fernando Báez Sosa, los rugbiers acusados viven un “encierro cautelar extremo” dentro de la propia reclusión de la cárcel a la espera de conocer el veredicto de la Justicia el próximo 2 de enero de 2023.

Los ocho jóvenes imputados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” están detenidos en la Alcaidía Departamental La Plata 3, ubicada en Melchor Romero, desde poco después de aquel 18 de enero en el que Báez Sosa fue víctima de una brutal golpiza a la salida de un boliche en la ciudad de Villa Gesell que le provocó un paro cardíaco que culminó con su vida.

Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi escucharán con atención la condena o absolución que darán a conocer los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores a fines de enero.

Los padres de la víctima buscan que la Justicia otorgue la sentencia máxima del Código Penal contra los acusados que sería prisión perpetua.

El día a día de los rugbiers en la cárcel
Mientras tanto, los rugbiers no pasan sus días de cárcel como el resto de los presos, sino que tienen una jornada diferente a los demás reclusos. Se trata de una medida que se tomó luego de que se denunciaran abusos de parte de otros presos.

Están todos alojados en el mismo pabellón, en celdas de a dos para mayor comodidad pero separados de otros reclusos. Durante 21 horas permanecen dentro de sus celdas y salen al aire libre cuando el resto de los reclusos regresan de sus actividades para no cruzarse. Desde la Alcaidía aseguran que los jóvenes viven un “encierro cautelar extremo”. “Es una imposición del Estado este encierro, y lo deciden desde el Poder Ejecutivo”, explicaron fuentes judiciales.

En una celda de nueve metros cuadrados están divididos: Lucas Pertossi con Blas Cinalli, Máximo Thomsen duerme junto a Ayrton Viollaz, Luciano y Ciro Pertossi comparten ambiente y por último Enzo Comelli está con Matías Benicelli.

A la espera del juicio
En la madrugada del 18 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, Fernando Báez Sosa fue víctima de una brutal golpiza que le provocó un paro cardíaco que culminó con su vida.

Para la Justicia, las pruebas contra los ocho rugbiers es contundente.

Parte tiene que ver con los testigos que los reconocieron, imágenes de una gran cantidad de cámaras de seguridad del lugar y hasta sus propios teléfonos, ya que al ser detenidos se pudo comprobar que habían tenido conversaciones sobre la golpiza que protagonizaron.

Los investigadores lograron además confirmar que los rastros de ADN hallados en las prendas de los acusados, cuando fueron allanados y detenidos en la vivienda que habitaban ese verano la ciudad balnearia, son compatibles con la víctima.

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