A 45 años de la tragedia vial que cambió a Corrientes y su carnaval

La madrugada del 23 de septiembre de 1978 sigue presente en cada uno de los hijos de esta tierra. Todo era felicidad hasta que la terrible noticia sacudió al país   

Corrientes llevaba más de 10 años como la indiscutible Capital Nacional del Carnaval. Pero una tragedia ocurrida el 23 de septiembre de 1978 enlutó la fiesta de Momo.  

Ara Berá y Copacabana se preparaban para realizar una serie de presentaciones, primero en Bariloche (Río Negro) y luego en Buenos Aires. 

El jueves 21 el carnaval de Corrientes escribía otra gloriosa página al mostrar todo su esplendor por las calles de Bariloche como parte de la Fiesta de la Nieve, sorprendiendo a los turistas y pobladores. Luego tuvo lugar una actuación en el Hotel Sol, entusiasmando al numeroso público presente.

La delegación, muy contenta y animada por la recepción que tuvieron, se subió a un avión para viajar hacia Buenos Aires el sábado 23. Copacabana iba a realizar actuaciones en esa ciudad, mientras que a los integrantes de Ara Berá los esperaba un colectivo, en Aeroparque, que los trasladaría 370 kilómetros hasta la ciudad de Olavarría, donde actuarían en una fiesta organizada por la Sociedad Rural.

Fueron 40 las personas que se subieron al interno 6 de la empresa Estrella del Sud y a las pocas horas, la tragedia que cambiaría todo. Nunca llegaron a destino.

A las 6 de la mañana, el colectivo transitaba la ruta nacional 3. A la altura del kilómetro 185, cerca de la ciudad de Las Flores, el chofer se habría quedado dormido y se cambió de carril. Chocó contra un camión cisterna que trasladaba gasoil.

El micro impactó contra el lateral del camión y quedó con el frente destruido. Murieron varios pasajeros. Luego volvió a su carril y cruzó la banquina, la cuneta y se surmergió en una pequeña laguna.

La tranquilidad de la mañana del sábado en la ciudad de Corrientes se terminó de manera abrupta, cuando comenzaron a llegar las novedades. Habían muerto seis personas, pero luego fueron dos más. Incluso varios comercios cerraron en señal de luto.

En el lugar fallecieron las pasistas Griselda Moreno Samella, Betty Brítez, Gilda Arce y Nora Ferrero Dansey; el integrante de la escuela de samba Pedro “Gato” Sosa y la histórica dirigente Edith Gervasoni de De la Vega. Luego de una operación cerca de la noche murió Omar Gaúna y días después, Carlos Enrique Franco, ambos músicos.

La tristeza de la sociedad se sintió en las calles de la ciudad. 

Corrientes, en su dinámica de “pueblo grande”, sufría; casi todas las personas conocían a las víctimas, sus familias o tenían algún tipo de vínculo con los carnavales, sentían como propio el dolor.

“La tragedia se ensañó con Ara Berá” tituló El Litoral con simpleza y contundencia en su edición del 24 de septiembre. También se publicó detalladamente la situación de las personas que terminaron heridas.

Las muestras de dolor fueron llegando desde todo el país ante el luctuoso episodio, incluso el por entonces presidente Jorge Rafael Videla envió un telegrama de condolencias al gobernador de facto Luis Carlos Gómez Centurión. También el Gobierno de la Provincia de Río Negro y de la Municipalidad de Bariloche expresaron su tristeza por el hecho, habían sido los últimos en disfrutar del lujo del Carnaval de Corrientes.

Austral Aerolíneas y la Fuerza Aérea trajeron a Corrientes a las víctimas del accidente, a los sobrevivientes y a quienes no habían querido ir a Olavarría. Uno de los aviones tenía que salir de Tandil, la Municipalidad de Las Flores ofreció los colectivos de línea para llevarlos, pero nadie quiso subirse por lo que apareció la solidaridad de la gente de la zona, vecinos trasladaron a las personas en sus coches particulares. Miles de personas esperaban la llegada de los comparseros en el Aeropuerto de Cambá Punta, desde donde salieron extensos cortejos fúnebres hasta las distintas casas para la realización de los velorios.

Los sepelios también fueron multitudinarios y con escenas de mucha consternación. La sociedad entera vivía con consternación lo que había ocurrido, miles de personas habían presenciado los desfiles de las víctimas de la tragedia, todos sabían lo que representaba Ara Berá.

El Rayo mantuvo el luto por sus 8 integrantes fallecidos y no se presentó en la edición 1979 del carnaval. Cada noche Copacabana tocó la marcha de su acérrima rival en homenaje a las víctimas. No son pocas las fuentes que consideran que la tragedia de Las Flores fue un baldazo de agua fría que apagó un poco lo que significaba el carnaval de Corrientes. De ahí en adelante ya no tendría el mismo apoyo y comenzó a discontinuarse antes de sumergirse en un letargo que duró más de 10 años.

Para no olvidar a las víctimas del siniestro vial, en el 2014 la Legislatura aprobó la Ley 6304, donde se estableció que cada 23 de septiembre fuera el Día del Comparsero en Corrientes.

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