El “Xeneize” igualó 2-2 ante el “Rojo, y como Racing cayó ante River, el conjunto de la Ribera se alzó con el título. Guillermo Fernández y Sebastián Villa anotaron en el local, Leandro Fernández y Javier Vallejos los goles en la visita en un electrizante final.
Boca Juniors se consagró este domingo campeón de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), tras empatar con Independiente 2-2 en un desenlace “cardíaco” en la Bombonera, que se estremeció ante el penal atajado por Franco Armani en el minuto final de los 90 y el segundo gol del colombiano Miguel Borja, decisivo para la victoria de River Plate sobre Racing Club.
La nueva consagración “xeneize”, segunda del año, entró seriamente en riesgo a los 35 minutos del segundo tiempo por el gol de Javier Vallejo, que hizo poner toda la atención en el Cilindro de Avellaneda.
Con el 2-2 en La Boca, Racing dispuso un penal para ganar su partido y enfilarse al campeonato pero la tapada de Armani generó una explosión, que se registró a mayor escala minutos después cuando Borja sentenció el éxito riverplatense en el último partido oficial de Marcelo Gallardo.
Con esos invalorables favores de su máximo rival, Boca ratificó su condición de club más ganador en la Argentina, sumó su 35to. título de Liga y segundo de 2022 tras la Copa de la Liga, a la espera de abrochar un tercero en la Copa Argentina, cuya semifinal afrontará ante Patronato de Paraná.
El digno Independiente de Julio César Falcioni derribó todo tipo de suspicacias y se puso en ventaja en el primer tiempo con un penal de Leandro Fernández (32m.), que Boca contestó con la rápida igualdad de Guillermo “Pol” Fernández (34m.) y el desnivel transitorio conseguido por el colombiano Sebastián Villa al comenzar la segunda parte (4m.).
Impulsado por el entusiasmo de su gente, Boca demostró su ambición de ganar en los primeros minutos con una postura agresiva, desplegada sobre el campo de un rival que se dispuso para tapar los canales hacia su arco con una línea defensiva de cinco jugadores.
Con más posesión que profundidad, el local estableció su dominio de inicio y dio un aviso con un tímido disparo de “Pol” Fernández que generó mayor riesgo del previsto por una floja respuesta de Milton Álvarez.
Independiente mostró sus cartas pasados los 10 minutos, después de enfriar el desarrollo del juego, con disciplina táctica para tomar a los dos delanteros de Boca con los centrales que jugaban al costado de Joaquín Laso y para fijar a Óscar Romero con Alex Vigo sobre la banda izquierda.
Julio Falcioni, conocedor de que Frank Fabra llegaba al límite desde lo físico, recostó por su sector a Damián Batallini, a espaldas de un jugador como poco oficio para el retroceso como el paraguayo Romero.
Por allí, Independiente encontró una buena vía para llegar al área de Agustín Rossi y elaboró dos buenas jugadas que forzaron cruces providenciales del peruano Carlos Zambrano.
Sin embargo, la posibilidad de lastimar a Boca se le presentó por el costado izquierdo en una incursión de Lucas Rodríguez, que fue derribado por el peruano Luis Advíncula, y derivó en el penal facturado por Fernández.
Para la tranquilidad de toda la Bombonera, que reaccionó con estruendo tras la desventaja, Boca se encontró con el empate dos minutos más tarde con un desvío de cabeza de “Pol” Fernández tras una pelota detenida ejecutada con potencia y precisión por parte de Óscar.
Con ese envión, el “xeneize” buscó el segundo tanto que casi consigue en una penetración al área de Fabra, que terminó en un remate centralizado tapado por el arquero.
Independiente no salió de su libreto y antes del descanso respondió con una jugada que demandó una fenomenal atajada de Rossi para evitar el 2-1. El arquero, arrojándose al suelo en dirección al arco, interceptó una definición de Vigo antes que cruzara la línea de gol.
Ante el discreto primer tiempo de Juan Ramírez, Ibarra decidió apostar por el revulsivo de Sebastián Villa en el segundo tiempo y el resultado no tardó en llegar. Se cumplía apenas el cuarto minuto del complemento cuando el colombiano generó una falta cerca del vértice del área y cobró el tiro libre con un derechazo dirigido que se incrustó contra la red de Álvarez.
La Bombonera liberó tensiones y desató un ambiente atronador, que colaboró para que el equipo manejara los tiempo del juego, más aún cuando llegó la noticia del gol de Racing en Avellaneda, a los 10 minutos.
Independiente, expectante para algún contragolpe, ya no tenía la misma peligrosidad de la parte inicial, por lo que el arco de Rossi le quedó lejos. El juego perdió ritmo, un buen negocio para el local.
El juvenil Gonzalo Morales reemplazó a Vázquez en Boca para ganar mayor presencia en los metros finales y Julio Falcioni (hoy se despidió del ‘Rojo’) puso al ecuatoriano Juan Cazares con intención de incrementar el volumen de juego.
De inmediato Agustín Rossi se ganó la ovación del estadio con una doble tapada ante el ex River y Banfield, que de todas formas fue invalidada por un fuera de juego previo.
Independiente consiguió el objetivo de aumentar la tenencia del balón y llegó mejor parado al desenlace de la tarde, infartante, inesperado, con la atención al unísono en dos estadios.
El “Rojo” sorprendió con el empate luego de un córner a falta de 10 minutos y de inmediato llegaron noticias desde Avellaneda: penal para Racing, atajada de Armani, estallido en la Bombonera y posterior delirio con el gol de Borja, que se gritó como uno de su compatriota Sebastián Villa.
Decretado el final, el orgullo de “La 12” pudo más y se cantó el tradicional: “Es para vos, gallina p… la p… que te parió”. Pero en rigor este título de Boca no fue “para” sino “por” River, que se burló de toda sospecha y cerró el ciclo de Marcelo Gallardo con una victoria memorable.