Con 53 testigos, siete imputados y una provincia en vilo, los doce jurados retoman la deliberación en busca de un fallo unánime.. Aislados en un hotel y sin acceso a medios, los jurados continúan hoy el análisis más complejo que enfrentó el sistema de juicios por jurados en Chaco.
Tras una primera jornada de deliberación que se extendió durante cinco horas, el jurado popular volvió este sábado al Centro de Estudios Judiciales para continuar el análisis sobre la culpabilidad o no de los siete imputados. Con la provincia del Chaco expectante, la jueza técnica, Dolly Fernández, recalcó que el veredicto debe surgir “solo de la prueba presentada en el juicio” y recordó que la decisión final debe ser unánime.
Para evitar cualquier tipo de influencia, los jurados pasaron la noche aislados en un hotel de Resistencia. De acuerdo con lo dispuesto por el tribunal, no pueden tener contacto con familiares, no pueden usar teléfonos y solo serán trasladados al Centro de Estudios Judiciales por personal policial. “Se busca prevenir la contaminación”, explicó uno de los abogados consultados, recordando que la integridad del proceso depende de ese aislamiento.
Fernández volvió a recalcar la responsabilidad central que recae sobre el jurado en esta etapa decisiva del proceso. “En mi ausencia no deben leer, mirar o escuchar las noticias, ni discutir el caso con nadie. Además no deben hacer búsquedas en internet ni redes sociales”, advirtió, remarcando la necesidad de evitar cualquier tipo de información externa que pudiera interferir en el análisis exclusivo de la prueba presentada durante el juicio.
