El actor llevó adelante una prueba aérea arriesgada para dejarles un mensaje a sus fanáticos.
Para celebrar el éxito absoluto de Top Gun: Maverick, Tom Cruise hizo lo que más sabe hacer: una escena muy arriesgada. En el medio del rodaje de la última Misión Imposible, el actor se tiró al vacío desde un avión y grabó un saludo.
Siempre mirando a cámara, Cruise les dejó un deseo de felicidad para todos los fanáticos que convirtieron a su última película en una de las más exitosas de la taquilla de las últimas décadas.
Así fue el salto al vacío de Tom Cruise para festejar el éxito de “Top Gun: Maverick”
Junto al director de Misión Imposible 7, Christopher McQuarrie, Cruise le habló a una cámara, desde el aire, vestido con todo el equipamiento necesario para lanzarse en paracaídas.
“Hola a todos. Aquí estamos en la impresionante Sudáfrica, rodando la primera y la segunda parte de Mission: Imposible 7. No quería terminar el año sin darles las gracias a todos por ir al cine y por apoyar Top Gun: Maverick”, comentó Cruise.
El actor, entonces, tuvo un breve intercambio con McQuarrie, que le exigió que saltara y que se concentrara en la toma que estaba por realizar. Así, Cruise se tiró hacia atrás para dejarse caer del avión.
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Mientras lo hacía, el actor volvió a ver a la cámara, que caía junto con él. “Como siempre, gracias por permitirnos entretenerlos, realmente es el honor más grande de mi vida. Me estoy quedando sin altura, así que tengo que volver al trabajo, tenemos que conseguir esta toma. Que tengan unas felices y hermosas vacaciones. Nos vemos en el cine“, cerró, antes de que su cuerpo se alejara del plano.
Tom Cruise suele hacer él las escenas de riesgo, por lo que no es una sorpresa la secuencia que dio a conocer en su cuenta de Twitter: llegó a atarse a un avión que despegó a toda velocidad para una toma de una de las secuelas de Misión Imposible.
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Top Gun: Maverick se convirtió en la película más taquillera del año y, a la vez, escaló posiciones entre las más ganadoras del cine en general. Hasta el momento recaudó en todo el mundo 1400 millones de dólares, una cifra altísima, sobre todo por darse en un proceso complejo con la pandemia de coronavirus en el medio.
La historia es la segunda parte del clásico de 1986, en el que el protagonista vuelve a ponerse al frente a una unidad especial de pilotos de los Estados Unidos, pero esta vez, como instructor. Pero las cosas se complican y Maverick Mitchell tendrá otra oportunidad de demostrar que es el mejor de la historia.