La imagen peregrina de la Virgen de Luján, Patrona de Argentina, visitará este fin de semana Corrientes, en el marco de la peregrinación nacional de los curas villeros contra la droga. Con el lema “Ni un pibe menos por la droga”, el movimiento recorre el país junto a jóvenes recuperados de las adicciones.
El viaje culminará en marzo de 2023 y es motorizado por el padre Pepe Di Paola, fundador de los Hogares de Cristo, que dan contención a las víctimas de este flagelo.
La visita a Corrientes será a partir de este viernes. A las 18.30 se espera la llegada de la imagen de la Virgen desde Resistencia. Será esperada sobre avenida 3 de Abril y desde allí acompañada en caravana hasta la parroquia Jesús Misericordioso. Allí habrá animación musical y se celebrará la Santa Misa a las 20.
El sábado será trasladada hasta la Basílica de la Virgen de Itatí a las 10. Junto al grupo de peregrinos y miembros de las Pastoral de Adicciones de la Arquidiócesis, se realizará una misión por el pueblo durante toda la jornada.
A partir de las 18.30, en el Santuario, habrá animación para preparar la celebración eucarística que monseñor Andrés Stanovnik presidirá, a las 19.
Luego se podrá disfrutar de un festival en el atrio de la Basílica.
El domingo 23, se retomará la misión por el pueblo, y a las 15, se invita a toda la comunidad y peregrinos de la Virgen a realizar una caminata por la vera del río Paraná.
La Peregrinación llevará una réplica de la Virgen de Luján por los Centros Barriales del Hogar de Cristo de toda la Argentina con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga. Viajará también una Cruz muy significativa: la que estaba en el templo de la parroquia Nuestra Señora de Caacupé cuando el cardenal Bergoglio (hoy Papa Francisco) el Jueves Santo del 2008 lavó los pies a jóvenes que estaban luchando contra el consumo de paco.
Vale mencionar, que el padre Pepe Di Paola, está al frente de los llamados Hogares de Cristo, una red que ya reúne a más de 150 centros barriales y, unida en la Federación Familia Grande Hogar de Cristo, se diseminó por todo el país.
La experiencia, que nació en la Villa 31 de Retiro, se fue replicando en otras localidades del interior. Esto se hizo siguiendo dos ejes: un abordaje territorial, dando respuesta en el lugar, no derivando a la persona sino trabajando en comunidad. Y el otro eje es la complejidad, entender que todos pueden aportar.