(Pablo Roma, Congreso Nacional) – La Cámara de Diputados vivió ayer un nuevo capítulo de desencuentros, maniobras políticas y acusaciones cruzadas tras el fracaso de la sesión que buscaba debatir la ley de Ficha Limpia. La normativa, impulsada por el PRO, buscaba impedir la candidatura de personas condenadas por corrupción en segunda instancia, una medida que podría afectar directamente a la expresidenta Cristina Kirchner. Sin embargo, la falta de quórum dejó truncas las intenciones de la oposición y desnudó los acuerdos y tensiones subyacentes entre los bloques.
Un juego de ausencias estratégicas
De los 257 diputados, solo 116 se presentaron al recinto, lejos de los 129 necesarios para habilitar el debate. La sorpresa mayor vino de La Libertad Avanza (LLA), cuyos ocho legisladores ausentes fueron clave para frustrar la sesión. A esto se sumaron bajas en el PRO, la UCR y otros bloques, como el de Encuentro Federal, que tampoco lograron reunir a todos sus miembros.
El kirchnerismo, con apoyo de sectores del oficialismo, optó por no bajar al recinto, una movida interpretada como parte de un acuerdo estratégico para avanzar en otras prioridades, como la eliminación de las PASO y la continuidad de Martín Menem en la presidencia de la Cámara.
Cruces y reproches en el recinto
Luego del fracaso del quórum, el recinto se convirtió en escenario de acusaciones y tensiones. Silvia Lospennato, del PRO, expresó su enojo al afirmar que “la impunidad es muy poderosa en Argentina” y denunció que algunos diputados de LLA habían comprometido su presencia pero no asistieron. “No creemos en las casualidades ni en los imprevistos”, disparó.
Desde el radicalismo, Rodrigo de Loredo cargó contra el oficialismo y lo acusó de bloquear el avance de la ley como parte de una “estrategia ultra polarizadora con fines electorales inmediatos”.
Uno de los momentos más tensos se dio entre Nicolás Mayoraz (LLA) y miembros de la Coalición Cívica. Mayoraz recordó que Elisa Carrió, en 2003, había apoyado a Néstor Kirchner, lo que desató la furia de los lilitos. “Lávate la boca antes de hablar de Carrió”, le gritó Maximiliano Ferraro, mientras intentaba calmar los ánimos sin éxito.
El trasfondo político
En los pasillos del Congreso, la lectura predominante fue que la jugada del oficialismo y el kirchnerismo estuvo alineada a sus intereses políticos inmediatos. La continuidad de Martín Menem al frente de la Cámara depende de estos acuerdos, y Germán Martínez, jefe del bloque oficialista, habría advertido que insistir con la propuesta del PRO podría poner en riesgo ese apoyo.
Desde el macrismo, no faltaron las críticas internas. Si bien se recuperaron algunas presencias, como la de Alejandro Finocchiaro, las ausencias de otros legisladores del PRO, como José Núñez y Gabriel Chumpitaz, generaron cuestionamientos sobre la capacidad del bloque para garantizar unidad en momentos clave.
Reacciones en redes y un futuro incierto
El fracaso de la sesión también repercutió en redes sociales, donde el influencer libertario Daniel “El Gordo Dan” Parisini relativizó la importancia de la ley al compararla con las normas estadounidenses: “Con Ficha Limpia, Donald Trump no podría competir”, señaló, alineándose con el discurso de LLA.
El futuro de la ley de Ficha Limpia queda en suspenso, mientras los bloques de la oposición intentan reorganizarse en un escenario marcado por el desgano, las fracturas internas y los acuerdos cruzados que definen el rumbo del Congreso.