Recorre Argentina y los rincones de la capital en búsqueda de curiosidades.
“La belleza está en los ojos de quien mira” es una frase que se materializa en Morgan Mirabal, el chamo que llegó de Venezuela con las ganas de crear y se encontró un país lleno de maravillas escondidas. Desde entonces, quiso compartirlo con locales y extranjeros.
Aunque se destaca en la realización audiovisual, esta no es su profesión, sino su pasión. Morgan comenzó a hacer videos a los 22 años y los subía a la plataforma Vine. Su hermano menor, Oscar, también participaba en los videos, lo que marcó su vida, pues decidió estudiar cine y está residenciado en Utah, Estados Unidos.
Mirabal es autodidacta, aprendió a editar y grabar con tutoriales. La edición se dio con “demasiada práctica, mucho ensayo y error”, pero el esfuerzo dio frutos.
Por cuestiones de estudio y trabajo, Morgan dejó de grabar en dos ocasiones, pero retomó sus proyectos cuando llegó a Argentina. Los videos de sus viajes en el país lo impulsaron en Youtube, donde comenzó a darse a conocer e, incluso, logró monetizar su contenido.
Mediante la recomendación de allegados, trasladó su material a Tik Tok, pero le tomó seis meses descifrar el secreto del formato reducido hasta que logró atraer la atención de los usuarios.
La última plataforma que exploró fue Instagram (@morganmirabal), pero es la segunda que más frutos le ha dado, tiene 125.000 seguidores. Comenzó a relanzar los videos más vistos de Tik Tok en el formato de reels y el resultado fue positivo.
Su sello es la comedia: “Siempre he tratado de hacer reír a la gente”, aseguró, pero aunque sus videos sean aparentemente fáciles de hacer, los planifica con detalle. Guiona todo lo que dice y cuida cada toma, sobre todo la inicial, porque “es lo primero que ve la gente” y de esto depende el éxito del posteo.
Él solo dirige y edita todo su material, aunque confesó que su hermano “sería una excelente ayuda”, por lo que está insistiendo en que se mude a este lado del continente.
Su tema principal es Argentina porque acá encontró el tiempo necesario para crear y es lo que lo hace feliz. Además, debe atribuirle gran parte de su éxito reciente al público que “ama Argentina a muerte” y quiere seguir redescubriendo su tierra a través de los ojos del venezolano.
Para encontrar la inspiración, sale a recorrer la ciudad, investiga en internet o recurre a un “arma secreta” que no quiso nombrar.
Con la brújula al sur
Morgan Mirabal tiene 29 años y es oriundo de Barquisimeto, la capital del estado Lara, en Venezuela.
Siguió los pasos de su abuelo y su padre y se convirtió en marino mercante. Egresó de la Universidad Marítima del Caribe en Catia La Mar, estado La Guaira. Es la única en el país que ofrece esta carrera.
Un marino mercante, explicó, puede navegar por más de un año seguido. Disfrutó ser marino mercante, pero su amor por la creación de contenidos y el tiempo que su trabajo lo mantiene lejos de su familia le hicieron cambiar de rumbo.
Decidió emigrar porque los vientos no lo favorecieron en su país. Después de navegar por el Caribe durante el año que duró su pasantía, estuvo desempleado por seis meses. “Desperté una mañana y supe que tenía que emigrar”, afirmó, y partió a Nueva York, donde lo recibió un amigo. Vivió en esa ciudad un año y decidió virar al sur.
¿Por qué Argentina? “La gente nos quiere”, remarcó Morgan y aseguró que se siente bien acá.
Por su parte, la apertura del país para la obtención del documento fue crucial. Además, debía pedir asilo político si hubiese escogido quedarse en Estados Unidos y esto le hubiese impedido ejercer como marino.
Llegó al país en 2018 y se enamoró de la arquitectura de Capital, “es como Europa”, afirmó, “se puede caminar a cualquier punto”; y le sorprendió lo variados que son los ecosistemas en las provincias. Esto le recuerda a Venezuela.
Su nuevo comienzo lo inspiró a retomar la realización audiovisual. Sin embargo, en 2019 encontró un trabajo que lo llevó a Croacia y a Italia, por lo que tuvo que pausar sus proyectos creativos y viajar de nuevo. Navegó durante un año y nueve meses, hasta que regresó a Buenos Aires en enero. Espera que esta vez sea para quedarse.
Una nueva travesía
A Morgan le encanta el mar. Esta fue una de las razones por las que quiso ejercer su profesión. A pesar de que aseguró que el trabajo en una embarcación es muy fuerte y remarcó que no son unas vacaciones, estos empleos le permitieron conocer lugares maravillosos.
Sin embargo, ya tomó una decisión: “Siempre he amado hacer los videos pero tuve que durar dos años embarcado para darme cuenta de que esto es lo que quiero hacer”.
“No voy tras el dinero. Sí me costó demasiado la decisión, pero elegí mi felicidad. Lo hago porque quiero expresarme”, reconoció, ya que es consciente de lo que implica un cambio de carrera.
El apoyo de sus padres desde la época en que publicaba en Vine también alentó a Morgan a dar el paso, así que aspira a afianzar una carrera como realizador en un futuro y está abierto a toda experiencia en el medio audiovisual: “Cualquier oportunidad de dirección o de creación de video me encantaría”, afirmó con optimismo.