Caso Jeffrey Epstein: la pista “sexual” contra Clinton y las nuevas celebridades involucradas

La justicia sigue liberando los testimonios que dieron sustento a las acusaciones que mandaron a la cárcel por pedofilia al empresario Jeffrey Epstein y a su pareja, Ghislaine Maxwell. Epstein se suicidó en la cárcel el 10 de agosto de 2019, pero ahora la justicia norteamericana levantó el secreto sobre las declaraciones y pruebas aportadas por las mujeres clave en las denuncias en su contra.

Como si fuera una novela por entregas, ya se produjo la quinta tanda de elementos desclasificados y en todas aparece el nombre del expresidente Bill Clinton.

Ahora, se habla hasta de la existencia de videos comprometedores – hay que recordar que se trata de un caso de corrupción de menores y pedofilia. Los medios que pudieron hacer un primer análisis de estos nuevos archivos sacados a la luz enfatizan la falta de rigor a la hora de comprobar la veracidad de lo que allí se afirma.

Hasta se especula con que varias de las declaraciones -antes privadas, ahora públicas – hayan sido una suerte de garantía que creyeron tener las jóvenes obligadas a estar con personas mayores.

Amenazaron a Epstein con poseer grabaciones íntimas para evitar mayores chantajes o presiones hacia ellas, menores de edad, en su mayoría.

Nuevos nombres como Sarah Ferguson, la esposa del príncipe Andrés – uno de los denunciados por Giuffre y debió llegar a un acuerdo económico – o Kevin Spacey (el actor) están en esta quinta entrega de los dcoumentos.

Pero de nuevo, la atención se centra en Bill Clinton. Además de la mención de su nombre en supuestos videos, se lo da como asidio viajero en el avión de Epstein a su isla privada. Por llevar “invitados especiales” a una mansión con muchas menores para recibir masajes (“masaje significaba sexo” dice uno de los informes desclasificados) el avión se lo bautizó como “Lolita Express”.

Virginia Giuffre - denunciante - con el príncipe Andrés de Gran Bretaña. Mas atrás, Ghislaine Maxwell, pareja y cómplice de Jeffrey Epstein. (Foto: Gentileza El mundo )

Virginia Giuffre – denunciante – con el príncipe Andrés de Gran Bretaña. Mas atrás, Ghislaine Maxwell, pareja y cómplice de Jeffrey Epstein. (Foto: Gentileza El mundo )

“lobo en una piel de cordero”

Así definía la mujer Virginia Giuffre, Ghislaine Maxwell, la pareja de Epstein. Giuffre pormerorizadamente como estuvo al menos en tres ocasiones con el príncipe Andrés de Gran Bretaña en situaciones ínitimas. una vez en Nueva York, otra vez en una propiedad de Epstein y una en un bar exclusivo de Londres. La defnía a Ghislaine como un “lobo bajo una piel de cordero” porque según Giuffre, era quien finalemente tenía el último paso a la hora de “entregar” a las menores a diferentes hombres, muchos de los que aparecen ahora en estas listas desclasificadas.

Ghislaine, está detenida por “trafico sexual de menores” desde 2020 y le esperan sentencias firmes que sean tan duras como las de su pareja.

En una de las notas ahora dadas a conocer se lee un párrafo de la declaración de un abogado de Giuffre ( tuvo que esperar ser mayor de edad para tomar el valor de hacer las denuncias) en donde dice: “Mis abusadores han tratado de ocultar su culpa detrás de una cortina de mentiras. Mi denuncia exige la rendición de cuentas a la que yo y las demás víctimas tenemos derecho”.

Eso es lo que buena parte de llos abogados y de la prensa que examinan los archivos ahora publicos revisan. Las denuncias – a las que ahora se agrega la mención de supuestas grabaciones – son verdad o forman parte del cruce con las permanentes negaciones de los involucrados.

Veamos solo un caso. El príncipe Andrés antes de terminar un arreglo multimillonario para detener el juicio dijo sobre sus relaciones con Giuffre.

-que no la conocía

-que nunca la habia visto

– que nunca tuvo relaciones sexuales con ella.

Para justificarse, le reveló a la BBC que en ese momento de su vida, tenía una problema llamado “anhidrosis” ( no poder sudar) y Giuffré contó que al tener relaciones, Andrés sudaba mucho.

Pero cada negación del príncipe era desmentido por documentos, pruebas y fotos, por lo que terminó sellando un acuerdo económico para no ser condenado por la justicia neoyorquina.

En el caso de Bill Clinton, tanto él como sus abogados reconocieron haber viajado con Epstein en su avión. Pero solo por una cuestión de conocimiento y utilidad. Niegan haber ido a la isla del empresario pedófilo o haber sabido los graves delitos por los que fue condenado.

Lo que se sabe hasta ahora de los nuevos datos desclasificados tampoco permite conocer si los datos – como la grabación – son ciertos o meras maniobras defensivas de las mujeres usadas siendo menores, en la red de pedofilia de Jeffrey Epstein.

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