La Casa Blanca confirmó la asistencia a la isla por dos millones de dólares, que se realizará por medio de sus socios en materia humanitaria internacional en el lugar
Este martes Estados Unidos confirmó que brindará ayuda humanitaria de emergencia a la población de Cuba, que se está recuperando de los destrozos que dejó en la isla el paso del huracán Ian.
El anuncio oficial se dio a conocer por medio de una funcionaria de alta jerarquía del gobierno de Joe Biden, quien explicó que se destinarán unos dos millones de dólares en provisiones y suministros. La mujer descartó la posibilidad de que se envíe el dinero o, en su defecto, que se entregue en forma de cupones a los isleños.
Los productos serán gestionados por medio de organizaciones no gubernamentales independientes que ya tienen experiencia en este tipo de situaciones y se encuentran in situ trabajando con las poblaciones afectadas.
“Estamos respondiendo a un desastre, trabajando con nuestros socios de asistencia humanitaria internacional para enviar asistencia crítica directamente a los más necesitados”, declaró. “Apoyamos a la población cubana y seguiremos buscando formas de mejorar su bienestar político y económico”, agregó al respecto.
Según pudo saber la agencia AP, tras la fuerte tormenta el gobierno de Estados Unidos se puso en contacto con las autoridades de Cuba para saber cuáles son las necesidades, a lo que respondieron que las mayores urgencias recaen sobre la restauración de refugios y en la provisión de alimentos.
Entre los “socios internacionales de confianza” de Estados Unidos están la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Por medio de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), el gobierno está revisando aplicaciones con estas federaciones para suministrar la ayuda.
“La asistencia irá a través de esas organizaciones para suministrar servicios en Cuba”, remarcó nuevamente. “No irá al gobierno ni será suministrada en dinero en efectivo ni con cupones a la población cubana”.
En el pasado, las autoridades cubanas han acusado a Estados Unidos de aprobar ayudas para entidades no gubernamentales que, en realidad, enmascaran grupos de cubanos disidentes de Florida, a los que han señalado de presuntamente apropiarse del dinero.
Tras el anuncio, el canciller cubano Bruno Rodríguez expresó su agradecimiento a la asistencia de Estados Unidos.
“Agradecemos el ofrecimiento de ayuda humanitaria de EEUU. El aporte material contribuirá a nuestros esfuerzos de recuperación y apoyo a los damnificados por los estragos del huracán Ian”, escribió en su cuenta de Twitter.
El anuncio de la asistencia tiene lugar a más de dos semanas del paso del huracán que azotó la región occidental de la isla y provocó extendidos daños en su tendido eléctrico. Al momento, aún no se ha logrado restablecer el suministro en la isla y los apagones persisten diariamente. En un intento de demostrar avances en el tema, la dictadura destituyó al ministro de Energía y Minas, aunque esto no ha evitado que las personas se reunan en las calles a protestar.
El profundo descontento se da porque la isla ya vivía en una grave crisis energética tiempo antes de esta tormenta. Puntualmente, un incendio ocurrido en agosto devastó un depósito de petróleo a 96 kilómetros de La Habana y acabó así con una fuente clave de energía.
Por otro lado, la reciente decisión de Washington se da tras más de seis décadas del embargo norteamericano a la isla que, en un primer momento incidió a las exportaciones -con excepción de medicinas y algunos alimentos- pero, luego, se fue ampliando hasta abarcar algunas importaciones desde la isla.
Desde entonces, una serie de leyes han sido modificadas. Por ejemplo, la gestión actual ha tratado de aliviar medidas sobre viajes y envíos de remesas para permitir un acercamiento de las familias. También, recientemente se dio la reapertura de la embajada en La Habana, que había sido cerrada tras una serie de incidentes sanitarios.
La funcionaria mencionó también la voluntad del país de que aumenten las exportaciones humanitarias de manera directa a la población y dijo haber priorizado la revisión de licencias para exportar de manera privada o a través de donaciones algunos artículos -específicamente relacionados con el sector agrícola y de la salud-.
No obstante, el embargo aún está vigente y solo puede ser levantado con una autorización del Congreso de Estados Unidos. La Casa Blanca sostiene también sus reclamos por la liberación de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos en la isla.
Esta no es la primera vez que Washington asiste en materia humanitaria a Cuba. Entre 2004 y 2006, así como en 2008, ya habían realizado envíos del estilo.