Guayaquil, el nuevo centro del narcotráfico: la influencia de los carteles mexicanos y una guerra abierta

Rige un estado de excepción y el toque de queda nocturno por 45 días. La violencia es impulsada por una lucha entre bandas por el negocio de la droga y el control de las cárceles.

Guayaquil vive un virtual estado de guerra. La penetración del narcotráfico convirtió al principal puerto de Ecuador en un territorio de violencia. Los estrechos vínculos de bandas locales con cárteles mexicanos replicaron un panorama similar al que se ve hoy en México: cuerpos decapitados colgados de puentes, múltiples asesinatos, coches bomba y ataques periódicos contra comisarías.

El presidente Guillermo Lasso decretó el martes el estado de excepción y el toque de queda a partir de las 21.00 y hasta las 05.00 del día siguiente en la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil. La medida durará 45 días y se aplicará también en la región costera de Esmeradas, en el norte del país.

El objetivo es apaciguar estos dos territorios tomados por el narco, pero la crisis extendió sus tentáculos al sistema penitenciario. Allí los motines, venganzas y luchas entre bandas rivales se registran todos los días por el control de las cárceles y el negocio de la droga. Casi un centenar de presos murieron en lo que va del año en las prisiones del país.

“El estado de excepción y el toque de queda son medidas que ya se tomaron antes. El problema es que es una solución apenas transitoria y no definitiva”, dijo a TN el exdirector del diario El Comercio de Quito, Fernando Larenas.

Un día de furia extrema en Guayaquil: cinco agentes muertos y ataques inéditos contra la policía

La violencia crece. Según cifras del Ministerio del Interior y la Policía Nacional, 145 atentados con explosivos se reportaron en Ecuador entre enero y agosto de este año, 72 de ellos en Guayaquil. Se trata de un récord en la historia del país.

La gota que rebalsó el vaso ocurrió el martes cuando en forma simultánea estallaron varios coches bomba y artefactos explosivos caseros en distintos puntos de la ciudad. Además, se lanzaron ataques coordinados a balazos contra comisarías, estaciones de servicio, centros de salud y hasta en la sede municipal de Durán, vecina al puerto. Cinco policías murieron y varios resultaron heridos. Los ataques se replicaron en Esmeraldas.

La ofensiva tuvo su causa. La prensa local aseguró que fue una respuesta de grupos vinculados al narcotráfico que rechazaban el traslado de cientos de detenidos del Penal del Litoral, en Guayaquil. Esta prisión ha sufrido numerosos motines en los últimos tiempos, el más sangriento en septiembre de 2021 cuando murieron unos 120 reos. Según la BBC, en las cárceles ecuatorianas hubo más de 400 muertos desde 2020.

Los reclusos que iban a ser trasladados son miembros de las bandas conocidas como Los Lobos y Los Tiguerones, según el diario local El Universo. Ambas bandas venían amenazando con represalias si “tocaban” a sus pandilleros alojados en los pabellones 8 y 9 de la prisión.

Tal vez faltó un trabajo de inteligencia. Nadie entiende como lo que parecía una crisis carcelaria se convirtió en un problema de Estado que afecta a dos provincias importantes de la costa: Guayas y Esmeraldas”, dijo Larenas y agregó: “Muchos se preguntan por qué en las cárceles hay tanto armamento, además sofisticado. Lo que se sabe es que las cárceles están dominadas por grupos criminales que pertenecen a bandas de narcotraficantes”.

Los detenidos fueron finalmente trasladados a destinos no revelados para restarle poder a las bandas. La venganza derivó en la madrugada más violenta que se tenga memoria en Guayaquil y Esmeraldas. Desde entonces las calles lucen vacías y grupos pequeños de policías militares patrullan la ciudad.

Las bandas del narcotráfico que dominan Guayaquil tienen vínculos con cárteles mexicanos

Guayaquil tiene un doble valor estratégico para los narcos. Es el mayor puerto marítimo del país y al mismo tiempo la principal ruta de salida de la droga enviada hacia Estados Unidos a través del Pacífico. Pero el narcotráfico es un fenómeno relativamente nuevo.

Hasta 2019, Guayaquil era un lugar de paso de cargamentos ilegales desde Colombia. En estos últimos tres años se abrió un mercado interno de venta de drogas y se multiplicaron los envíos de toneladas de cocaína hacia el norte. Hoy estas bandas dominan numerosas prisiones, que se convirtieron en un centro “seguro” para sus operaciones.

“Esas bandas, según el gobierno, tienen conexiones con carteles mexicanos de la droga”, comentó Larenas.

Testigos dijeron que tras los ataques del martes aparecieron panfletos de grupos que se sospecha están vinculados al temible Cartel Jalisco Nueva Generación. Este grupo extendió su influencia más allá de México.

Incluso, en los panfletos aparecieron las siglas CJNG, que identifican a ese cartel originario de Jalisco, en México. Sus filiales ecuatorianas imitan las intimidaciones de sus mentores mexicanos. Así, en los últimos meses, aumentaron las amenazas a la prensa. El canal local RTS sufrió un atentado en octubre. Además, una de las bandas “prohibió” la venta del diario La Extra en Esmeraldas, Cuenca, Machala y Guayaquil.

La prensa local dijo que la banda Los Lobos se unió a Los Pipos, Los Chone Killers y Los Tiguerones para formar La Nueva Generación, que responde al poderoso CJNG mexicano. El plan es disputarle el territorio a sus rivales de Los Choneros. En juego está el control del envío de cocaína a los Estados Unidos.

“La policía está muy mal preparada para enfrentar a las bandas y el gobierno espera ayuda internacional”, dijo Larenas. Por lo pronto, el gobierno le pidió a Washington una ayuda de 5000 millones de dólares para combatir el narcotráfico.

La situación se agravó desde hace tres años, cuando comenzaron los motines en las cárceles y se profundizaron “las conexiones con los que manejan el micro y el macro tráfico de drogas en los barrios” de la ciudad, afirmó. En lo que va del año Guayaquil registró 1200 homicidios, 60% más que el mismo periodo de 2021, según datos oficiales citados por la AFP.

La oposición correista culpa al gobierno de Guillermo Lasso por la crisis

Después que el gobierno decretó el estado de excepción y el toque de queda en Guayaquil y Esmeraldas, la oposición correista culpó al presidente Lasso por la crisis.

En diálogo con TN, la presidenta del Movimiento Revolución Ciudadana, Marcela Aguinaga, dijo que “Guayaquil es la ciudad más violenta y empobrecida del Ecuador” y señaló que “está demostrado que a mayor desigualdad mayor es la criminalidad”.

La líder del partido que responde al expresidente Rafael Correa, condenado en Ecuador y exiliado en Bruselas, dijo que “la falta de oportunidades y de políticas públicas eficientes de lucha contra las drogas ha traído consigo que en esa ciudad se creen cinturones de miseria donde niños y jóvenes son presas fáciles para consumir y expender drogas. Todo esto sumado a que en los últimos años se ha desmantelado la institucionalidad, se ha encarecido el costo de la vida y el acceso a educación pasó de ser un derecho a un privilegio”, indicó.

“Esto es la factura del abandono, indolencia e ineptitud de quien gobierna en los últimos cinco años y de autoridades locales despreocupadas de una realidad que hoy nos desborda”, afirmó.

Los ecuatorianos están hoy preocupados por esta nueva realidad que golpea a su país, similar a la que castiga a México con sus violentos carteles. Temen ahora que este cáncer que corroe Guayaquil y Esmeraldas haga en poco tiempo metástasis en el resto del territorio.

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