La primera ministra británica renunció tras permanecer solo 44 días en el poder

Se trata de Liz Truss, que Dimitió tras provocar una crisis política y financiera al presentar un paquete de medidas económicas que incluía recortes masivos de impuestos.

La primera ministra británica Liz Truss renunció al cabo de seis semanas tumultuosas en el poder. Su corto mandato, apenas 44 días, estuvo marcado por una crisis política y financiera que se desató tras la presentación de un paquete de medidas económicas que incluía recortes masivos de impuestos.

Su política hizo colapsar los mercados, renunciaron dos ministros clave y perdió la confianza de casi todos los parlamentarios conservadores.

“No puedo cumplir el mandato por el que fui elegida”, dijo tras la reunión, frente a su residencia del número 10 de Downing Street.

Solo un día antes, Truss había prometido permanecer en el poder y dijo que era “una luchadora y no alguien que abandona”.

Pero finalmente se resignó a dimitir el jueves, después de que se vio obligada a abandonar muchas de sus políticas económicas y mientras un número creciente de parlamentarios conservadores le pedían terminar con el caos.

La ira de los legisladores creció después de que la votación del miércoles por la noche sobre el fracking, la extracción del gas de esquisto, una práctica que Truss quería reanudar a pesar de la oposición de muchos conservadores, produjo escenas caóticas en el Parlamento.

Dado que los conservadores tenían una gran mayoría parlamentaria, un llamado de la oposición para prohibir el fracking fue derrotado fácilmente. Pero hubo muestras de ira en la Cámara de los Comunes, con los responsable de la disciplina del partido conservador acusados de usar tácticas de mano dura para conseguir los votos.

Chris Bryant, un legislador del opositor Partido Laborista, dijo que “vio a los miembros siendo maltratados físicamente… y siendo acosados”. Los funcionarios conservadores negaron que hubo maltrato.

Con las encuestas de opinión dando al Partido Laborista una ventaja grande y creciente, muchos conservadores creían que su única esperanza de evitar el olvido electoral era reemplazar a Truss.

Pero siguen divididos sobre quién debería reemplazarla. 

Comentarios de Facebook