El nuevo líder conservador criticó a su predecesora y dijo que priorizará la estabilidad económica y la confianza en el gobierno. También confirmó que mantendrá el apoyo a Ucrania ante la invasión rusa
El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo este el martes que intentará arreglar el desorden dejado por su predecesora, restaurar la fe en la política y abordar una “profunda crisis económica”, pero advirtió al país que habrá decisiones difíciles.
Frente a su nuevo despacho de Downing Street, Sunak saludó a Liz Truss, cuyo programa económico hizo tambalearse a los mercados, y reprendió a Boris Johnson al decir que el mandato que recibieron los conservadores en las elecciones de 2019 que ganó el ex primer ministro no era propiedad de un solo individuo.
“Quiero rendir homenaje a mi predecesora Liz Truss […] Pero se cometieron algunos errores. No nacidos de la mala voluntad o las malas intenciones. Todo lo contrario, de hecho. Pero errores al fin y al cabo”, afirmó.
“Y he sido elegido como líder de mi partido y su primer ministro, en parte para arreglarlos. Y ese trabajo comienza de inmediato. Pondré la estabilidad económica y la confianza en el centro de la agenda de este gobierno. Esto significará que habrá decisiones difíciles”, agregó.
Fue el primer discurso como mandatario, después de recibir el encargo de formar un Ejecutivo por parte del rey Carlos III, que previamente aceptó la dimisión de la primera ministra saliente, Liz Truss, en el palacio de Buckingham. “Juntos podemos lograr cosas increíbles. Crearemos un futuro que merezca los sacrificios que hemos hecho”, aseveró.
También, prometió ayudar a Ucrania a luchar contra la invasión rusa hasta el final pese a la difícil situación financiera que enfrenta su gobierno. Esta “guerra terrible (…) debe llevarse a cabo con éxito hasta su conclusión”, afirmó Sunak.
Este multimillonario exbanquero, nieto de inmigrantes indios, es el primer jefe de gobierno británico surgido de una minoría étnica y el más joven en más de 200 años.
Por la tarde, Sunak comenzará a nombrar a su gabinete.
El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, designado por Truss hace 11 días en un intento por salvar su cargo, podría mantenerse en el cargo.
El nuevo primer ministro también deberá decidir si nombra en su gabinete a alguno de los diputados que no lo apoyó, como Penny Mordaunt, en un intento de unificar un Partido Conservador profundamente dividido.
Un peso pesado que podría quedar fuera es Johnson, quien tuvo que renunciar como primer ministro en julio presionado por los diputados conservadores a raíz de una multiplicación de escándalos y por el propio Sunak, que dimitió como su ministro de Finanzas iniciando un alud de partidas en el gobierno.
Johnson afirmó haber propuesto a Sunak y Mordaunt “reunirnos por el interés nacional” para formar gobierno. “Lamentablemente no pudimos encontrar la manera de hacerlo”, explicó el domingo.