El río Paraná aumentó su caudal y seguirá creciendo en noviembre

El Instituto Nacional del Agua informó sobre la situación del río, el cual se encontraba con una gran sequía en los meses anteriores, generando dificultades.

El río Paraná aumentó su caudal y altura en varios puertos desde principios de octubre, por lo que ya superó sus niveles normales y promedios históricos. Se espera que el curso fluvial siga incrementando su nivel en noviembre, tras un año y medio de bajante histórica.

Si bien se encuentra en un lapso de recuperación y las condiciones son mejores que en 2020 y 2021, la perspectiva climática aún no permite establecer el final de las aguas bajas, informaron desde el Instituto Nacional del Agua (INA).

La bajante histórica tuvo su inicio en marzo del 2020, un año más tarde recuperó una tendencia alcista sin alcanzar su normalidad, pero volvió a caer a fines del 2021, y provocó notorios cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social.

De características extraordinarias por su “magnitud y persistencia”, la bajante fue calificada como el estiaje “más largo de la historia” (desde 1884) y “seguirá siendo motivo de especial monitoreo”, advirtió el INA.

Pero desde los primeros días de octubre el río Paraná se encuentra en una etapa de crecimiento, en promedio dentro del rango de aguas medias, y se espera que continúe mejorando.

El organismo explicó que esta situación se debe, principalmente, al derrame proveniente del tramo superior y a las precipitaciones sobre el área inmediata de esa cuenca.

La bajante afectó la fauna íctica al dejar seco el valle de inundación (donde los peces se refugian, alimentan, reproducen y crecen); produjo inconvenientes en el riego de cultivos y complicó las producciones industriales que necesitan captar agua.

También acrecentó los problemas de incendios en las islas y los de contaminación del agua, ya que se redujo la capacidad del río de dilución de los afluentes crudos o industriales.

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