El peronismo celebrará un nuevo aniversario de su fecha fundacional con el presidente buscando, sin éxito, gestos de unidad: habrá expresiones individuales de los sectores de la coalición de gobierno que confrontan pensando en 2023
El peronismo llega al 77° aniversario de su fecha fundacional sumido en una gran paradoja: recuperó el poder en 2019, el presidente del Partido Justicialista es a la vez el presidente de la Nación pero, pese a todo, se encuentra atravesado por una fragmentación que entorpece los resultados de la gestión de gobierno, alimenta el mal humor social y pone en riesgo su continuidad más allá de 2023 en el Poder Ejecutivo.
En el día de la lealtad peronista, este 17 de Octubre de 2022 el Frente de Todos exhibirá al menos cinco manifestaciones de los sectores que lo conforman. Por la mañana, el presidente Alberto Fernández protagonizará una de ellas. Por la tarde, los grupos en pugna, marcarán el territorio en clave electoral, sin respetar los esfuerzos que desde Casa Rosada se hicieron para atenuar las diferencias.
El kirchnerismo y La Cámpora llevarán a Plaza de Mayo su alianza con Pablo Moyano y el sindicato de camioneros. Los movimientos sociales que encarnan buena parte de la base territorial que sostiene al gobierno, buscarán reunir 30 mil personas en La Matanza. Los líderes históricos de la Confederación General del Trabajo (CGT), quienes dejan trascender un desgaste en su relación con el presidente, se presentarán en la sede de Obras Sanitarias, en la Ciudad de Buenos Aires. Por su parte, las 62 Organizaciones, histórica referencia de los trabajadores peronistas, armaron su propio acto en el estadio Atenas de La Plata. En cada lugar habrá críticas, directas o veladas, hacia el desempeño del Poder Ejecutivo.
Con resignación, el objetivo del entorno que rodea al presidente Alberto Fernández tiende a ser que, al menos, la voz de los oradores en cada escenario no derive en una ruptura insalvable por cualquiera de los flancos del espacio político que gobierna el país.
Junto al Ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, Alberto Fernández aparecerá ese día, por la mañana, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, en una actividad que será presentada como “de gestión”. El presidente será parte de la inauguración de una obra vial y desde allí marcará presencia en la fecha clave del peronismo, sin participar de las contiendas.
A juzgar por su última aparición ante el empresariado argentino en el coloquio de IDEA, Fernández volverá a poner el acento en que, más allá de que su figura no reúne el consenso suficiente para aglutinar a todo el espacio en el Día de la Lealtad Peronista, algunos guarismos macroeconómicos muestran un mejor presente que en 2019.
“La industria lleva 27 meses consecutivos creando empleo registrado y supera en 92.000 los puestos de trabajo de diciembre de 2019. Proyectamos, desde el 2021, tres años consecutivos de crecimiento. Y les confieso, creo que vamos a crecer todavía más que lo que aquí figura”, se esforzó por comunicar desde su cuenta de Twitter.
Sin embargo, esos argumentos chocarán con la insoslayable caída del poder adquisitivo del salario por el avance frenético de la inflación, que en los últimos meses ha llegado a niveles que ponen al límite al grueso de la población. Esa realidad tronará en los discursos de los actos que tendrán lugar horas después de su paso por Cañuelas.
En una columna de opinión publicada en las últimas horas, el referente de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, volvió a poner presión a la gestión económica del gobierno que él mismo integra, como funcionario del Ministerio de Desarrollo Social. “Necesitamos lograr más rápido que tarde un acuerdo de congelamiento de precios”, escribió Menéndez, que será parte del acto que las organizaciones sociales van a desplegar en La Matanza.
Tampoco a nivel político hay consenso sobre el corto plazo del oficialismo, ya que mientras el gobierno arrojó como globo de ensayo hace semanas la posibilidad de suspender las elecciones primarias (PASO), los movimientos sociales hacen saber que tienen sus propios planes: conformar un espacio que dispute el liderazgo y, fundamentalmente los cargos, de los intendentes en el conurbano bonaerense.
En Laferrere, se espera la realización de un “Cabildo Abierto” de las organizaciones que conmemore el día de la lealtad peronista este 17 de octubre, con ese proyecto electoral de fondo.
El kirchnerismo, por su parte, todavía considera y recuerda que es el dueño de la enorme mayoría de los votos que llevaron al Frente de Todos de regreso al gobierno nacional, y buscará mostrarse vivo desde Plaza de Mayo. Contará con el apoyo del líder camionero Pablo Moyano, quien da la pelea para abrirse camino y liderar al sindicalismo en el país. Alrededor del heredero de Hugo Moyano dan por descontado que trabajará por una candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en 2023.
En la sede de Obras Sanitarias, en otro sector de la Ciudad de Buenos Aires, “los gordos” de la CGT, como se conoce al bastión más antiguo de la confederación sindical, harán presencia buscando preservarse, cada vez más desgastados en su apuesta por haber elegido un alineamiento con el presidente.
Lo que molesta allí es la ambigüedad irrestricta del primer mandatario, reflejada una vez más en un episodio de hace dos semanas, cuando recibió a la dirigencia cegetista liderada por Héctor Daer y Carlos Acuña (estaciones de servicio) en Olivos. Al día siguiente, el presidente pareció querer compensar el gesto invitando a cenar a Pablo Moyano.
Mientras se aproximaba un nuevo aniversario del día en que el peronismo se consolidó oficialmente como un movimiento de masas, en las semanas previas hubo intentos infructuosos emanados desde Casa Rosada para que las diferencias internas no vuelvan a explotar. Las gestiones fracasaron. La expectativa ahora, más modesta, es que no se disparen desde las gargantas de los disconformes, frases sin retorno para un gobierno que intenta sostenerse, al menos, hasta 2023