Juicio “Botelleras de Zavod”: “A mi hija le costó retomar su vida”

Las acusadas enfrentarán penas por intento de asesinato y lesiones graves, que prevén penas que llegan hasta los 15 años de prisión. La familia de la joven agredida asegura que tras meses de sufrimiento, comenzó a retomar su vida.

Desde este lunes 14 de abril, la Justicia correntina comenzará a juzgar a tres mujeres, conocidas como “las botelleras de Zavod”, acusadas de intento de homicidio de una jovencita durante la madrugada del 1 de enero de 2024 dentro del local bailable. En el brutal ataque a golpes y botellazos, la víctima sufrió un profundo corte en el cuello que casi le cuesta la vida al desangrarse. “A mi hija le llevó muchos meses poder dormir por las noches tranquila y retomar su vida normal”, explicó a diario época Marita Durán, madre de Maia, la víctima de la agresión.

Desde las 8 de la mañana del próximo lunes, los jueces Ariel Héctor Gustavo Azcona como presidente del tribunal, y los doctores Darío Alejandro Ortiz y Ana del Carmen Figueredo del Tribunal Oral Penal N°2 comenzarán las audiencias del debate oral y público de un caso que sacudió a la sociedad correntina por la violencia y el momento en el que sucedió.

Un incidente que no pasó inadvertido y que cosechó el repudio popular a María Isabel González, de 28 años, Melanie Celeste Villalba, de 26, y Agustina Giselle, de 33, las tres acusadas de atacar con inusual ensañamiento a una jovencita de 19 años con la que ni siquiera habían tenido problemas previos, aquella madrugada del inicio del año 2024 y conocidas desde entonces como “las botelleras de Zavod”, ya que además de los golpes de puño hirieron gravemente con botellas de vidrio a la víctima a la que le provocaron un profundo tajo en el cuello con una consecuente enorme pérdida de sangre que casi le cuesta la vida.Previous

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EL SEGUNDO BOTELLAZO, SOLO SEGUNDOS DESPUÉS DEL PRIMERO.
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CASI LE COSTÓ LA VIDA.
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“Costó salir adelante”

Marita Durán, madre de la jovencita herida en el boliche, habló con diario época y dijo: “A Maia le costó muchos meses poder retomar su vida, por las noches no podía dormir, se levantaba exaltada y con mucho miedo. Tuvo que ir por algunos meses al psicólogo para poder sacarse esa pesada carga emocional de adentro. Volvió a salir por las noches con sus amigos y hasta coincidió un par de veces en unas fiestas en casas quinta con las chicas que la habían agredido y decidió retirarse sin que pasara de eso”, relató aún emocionada.

“Ella tiene 20 años y necesitaba retomar su vida y hacer las cosas que le gustaban. Salir era una de esas y nosotros como padres sufrimos hasta hoy cada vez que sale, pero hay que seguir. Ella optó por no hablar más del tema, bastante le costó tener que revivirlo y ahora otra vez con el juicio. Luchó mucho con esos temores y logró acomodarse de nuevo. Trabaja, nos ayuda siempre, volvió a vivir”, agregó.

Marita recordó el relato de esa noche que le había hecho Maia. “Ella y sus amigos estaban cerca del grupo de las tres chicas, cuando de repente vinieron dos muchachos a los que no conocía, ellos empezaron a saltar y uno entró en la ronda en la que estaban las otras mujeres y se enojaron. Comenzó una discusión con esos chicos y mi hija quedó parada casi en el medio y allí es donde una de esas chicas le dio una piña en la boca. Después ella se corrió y llegaron las otras y comenzaron a pegarle y es todo lo que recuerda”. Marita recuerda que fue Abril, una amiga de su hija, y quien “aparece en los videos y se la ve cuando intenta defenderla mientras la lastimaban a botellazos, pero un custodio la retira pensando que agredía a Maia y solo intentaba salvarla”.

Fue en ese momento en el que Maia recibió en el cuello uno de los dos botellazos que las acusadas le tiraron en la cara y cuyos vidrios le provocaron un enorme tajo que la desangró. Uno de los custodios reaccionó a tiempo y los policías de la comisaría Segunda la llevaron hasta el hospital y le salvaron su vida.

Los debates


Cada jornada de debate servirá para exponer las pruebas, la exhibición de evidencias y las declaraciones testimoniales. La acusación que enfrentan González, Villalba y Salinas es por el delito de “homicidio simple en grado de tentativa”, en calidad de coautoras materiales, que prevé penas de entre 8 y 15 años de prisión. Subsidiariamente, también fueron acusadas por el delito de lesiones leves. En tanto, los abogados querellantes entienden que la elevación a juicio de la causa fue en contexto de una carátula morigerada de la realidad que ellos entienden fue bastante más grave, ya que solicitaron que se acuse a las tres mujeres por “homicidio calificado por alevosía y ensañamiento y con el concurso premeditado de dos o más personas en grado de tentativa. Subsidiariamente por el delito de “homicidio simple en grado de tentativa” y de “lesiones graves”, esperando el máximo de la pena que llega a 25 años de prisión. La expectativa es grande de todos los involucrados.

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