AVALANCHA IMPORTADORA AHOGA A LAS PYMES Y DESTRUYE EL EMPLEO INDUSTRIAL

(Corresponsalía Buenos Aires) – Un informe de la Fundación Observatorio PyME advierte sobre la creciente amenaza que representan las importaciones para los industriales. La apertura indiscriminada, el atraso cambiario y la desregulación impuesta por el Gobierno profundizan la destrucción del aparato productivo.

Desde la asunción de Javier Milei, las políticas económicas se han orientado a una liberalización total del comercio exterior, dejando a las pequeñas y medianas empresas a merced de una competencia desleal con productos importados. Según el relevamiento del Observatorio PyME, el 40% de las empresas industriales considera que las importaciones representan una amenaza directa, mientras que un 23% ya reportó una pérdida concreta de mercado. Entre las firmas más afectadas, ese porcentaje trepa al 56%.

UNA APERTURA SIN RED QUE CONDENA A LA INDUSTRIA

El gobierno libertario eliminó restricciones para la importación de bienes de consumo, redujo drásticamente aranceles y eliminó el Impuesto PAÍS, facilitando la llegada masiva de productos extranjeros. Bajo la excusa de fomentar la competencia y contener los precios, el Ejecutivo desprotege a las industrias nacionales, que no pueden competir en igualdad de condiciones con países que cuentan con subsidios estatales y costos laborales inferiores.

La situación se agrava con la apreciación cambiaria que el Gobierno se niega a corregir. Tras la devaluación inicial, el dólar oficial quedó anclado, abaratando la importación y encareciendo la producción local. Esto provoca una sustitución acelerada de insumos nacionales por extranjeros: el 18% de las PyMEs reemplazó insumos locales en 2024, y un 30% prevé seguir el mismo camino este año.

SECTORES DEVASTADOS Y DESPIDOS MASIVOS

La industria textil, el sector del cuero y el calzado encabezan la lista de los más afectados: el 67% de las empresas de estos rubros se sienten amenazadas por la competencia desleal del exterior. En la industria metalmecánica, el 54% enfrenta el mismo problema. En muchos casos, las compañías ya comenzaron a reducir personal y suspender trabajadores, en un escenario de destrucción del empleo similar al de la crisis de 2009.

Desde el sector empresario exigen medidas urgentes para equilibrar el comercio y evitar la desaparición de la industria nacional. Sin embargo, el Gobierno persiste en su plan de ajuste y liberalización extrema, sin atender los reclamos de quienes generan trabajo y riqueza en el país.

UN FUTURO INCIERTO PARA LA PRODUCCIÓN NACIONAL

De cara a lo que resta de 2025, el panorama es desalentador. Con un mercado interno debilitado y una política que privilegia la competencia externa en detrimento de la industria local, las expectativas de recuperación son mínimas. La continuidad de esta estrategia podría significar la desaparición de numerosas PyMEs y el aumento de la desocupación.

Mientras tanto, el Ejecutivo sigue adelante con su receta de desregulación a ultranza, sin medir las consecuencias en la economía real. La pregunta que queda flotando es: ¿qué quedará de la industria argentina cuando el dogmatismo de Milei termine de hacer estragos?

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