La vicepresidenta Cristina Kirchner encabezó este viernes el cierre del acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), donde se había generado una fuerte expectativa por su discurso, en medio de la interna del Frente de Todos, la crisis económica, su reaparición pública después de intento de asesinato que sufrió en la puerta de su casa y el clamor por su posible candidatura en las próximas elecciones del 2023. Sin embargo, la ex mandataria hizo un repaso por su gestión y evitó referirse a Alberto Fernández.
“Esta es mi primera salida. Hoy se cumplen dos meses y tres días de eso que todos vieron por televisión. Yo también lo vi por televisión: el arma que pretendía volarme la cabeza. Dicen los psiquiatras que es mucho mejor porque eso te acompaña de por vida. Yo por suerte no lo vi. En estos meses y tres días no me podía sacar de la cabeza una idea: qué hubiera pasado si hubiera gatillado. Esa imagen para mis hijos y mis nietos”, reflexionó.
En ese sentido, la Vicepresidenta justificó su presencia en el acto de la UOM: “Quería estar acá porque después de algunas cosas no hay mejor lugar que estar junto a los trabajadores y las trabajadoras. Este compañero (Abel Furlán), en el 2016 era diputado nacional junto a Axel y el cuervo que bancaron las ideas y convicciones sobre todas las cosas. Votó en contra del endeudamiento con los fondos buitres, haciendo honor a su organización”.
Cuando parecía que la Vicepresidenta iba a apuntar contra las política económicas, recordó el salario, jubilaciones y la participación de los trabajadores en 2015, cuando terminó su segundo mandato y dejó la presidencia a Mauricio Macri. De todos modos, reclamó una suma fija para los trabajadores que, según explicó, “no va a ser en detrimento de las paritarias”.
“En el 2019 cuando el macrismo endeudó al país de una manera demencial yo tenía la responsabilidad -como la fuerza más representativa después de las elecciones del 2017- para que le peronismo ganara las elecciones y las políticas de endeudamiento había que tomar decisiones. El escenario internacional era complejo”, recordó al mencionar las críticas que recibe por la fórmula que propuso con Alberto Fernández.
Además, expresó: “Y aquí en nuestro país cual era la situación. Una dirigente que tenía que tomar una decisión y que no estaba muy acompañada que digamos. No es un reproche, es una descripción. Muchos decía que el ciclo de CFK está terminado. Algunos movimientos sociales no veían tan mal las ayudas que recibían. Los dirigentes de la CGT no aparecían tan decididos de enfrentar esa políticas”.
“Tuve que tomar una decisión y no me arrepiento. Había que votar en contra de ciertas políticas, no de personas. La verdad que es necesario representar y organizar no solo al peronismo, sino a aquellos que creen poder tener una sociedad más equitativa. No me gusta hablar de lo que gasta el Estado, sino de inversión”, explicó.
Como había adelantado Infobae, en el entorno de Alberto Fernández entendían que era una posibilidad que criticara el rumbo del Gobierno: “Probablemente vuelva a insistir con el tema del poder adquisitivo, y con el aumento a las prepagas. Y a comparar su gestión con la suya. Nada nuevo”. Sin embargo, la ex mandataria evitó pronunciarse al respecto.
“Yo voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que recuperar la ilusión. Éramos un pueblo alegre en 2015. Volvamos a recuperar esa alegría que tuvimos alguna vez: la alegría de que el sueldo alcanzaba, que había trabajo y que había futuro. Esa alegría nos la merecemos todos los argentinos”, finalizó Fernández de Kirchner.