(Corresponsalia Buenos Aires) – El clima del Día de la Memoria este año refleja una marcada confrontación y la ruptura de consensos históricos. Las actividades programadas para este domingo se ven influenciadas por una postura oficial que cuestiona acuerdos democráticos que se establecieron desde la época de Alfonsín y se consolidaron durante el gobierno de Kirchner.
Por primera vez desde 1983, los medios públicos no transmitirán los actos conmemorativos del 24 de marzo, Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. En su lugar, el Gobierno nacional presentará un video con su propia versión de la última dictadura cívico-militar, y la Casa Rosada no organizará actos oficiales para la ocasión.
El presidente Javier Milei ha vuelto a poner en duda la cifra de 30.000 desaparecidos durante su discurso de apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso. Mientras tanto, la Justicia ha rechazado los recursos presentados por condenados por crímenes de lesa humanidad para cumplir sus penas en sus hogares, recordando que el indulto está prohibido para los represores.
Este contexto se desarrollará en un día en el que se llevarán a cabo diversas marchas en todo el país para recordar los horrores de la dictadura, con la Plaza de Mayo como epicentro. Desde los históricos Juicios a las Juntas Militares impulsados por Raúl Alfonsín, se había consolidado un consenso democrático para condenar las atrocidades cometidas desde 1976 y se implementaron políticas de reparación para las víctimas. Estas políticas fueron fortalecidas durante el gobierno de Néstor Kirchner, pero ahora enfrentan una amenaza con la llegada del presidente Milei, quien busca romper este consenso, a pesar de que Argentina es reconocida internacionalmente por su compromiso con los derechos humanos.
La vicepresidenta Victoria Villarruel, con estrechos lazos familiares con miembros de las Fuerzas Armadas y condenados por crímenes de lesa humanidad, ha sido una figura central en esta ruptura de consensos. A través de su campaña y su organización, el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), Villarruel ha buscado reivindicar a las víctimas de los ataques de guerrillas en los años setenta.
A pesar de los intentos por unificar las marchas en Plaza de Mayo, no se logró un acuerdo debido a las diferencias en los discursos entre los organismos de derechos humanos y los grupos de izquierda. Por lo tanto, habrá dos actos separados en la plaza.
El gobierno ha intentado promover una postura negacionista, pero la Justicia ha rechazado sistemáticamente los recursos de condenados por crímenes de lesa humanidad para cumplir sus penas en sus casas. Se espera que el Gobierno difunda un video con su propia versión de los hechos ocurridos durante la dictadura, en un intento de confrontar con el consenso democrático histórico de condena al Terrorismo de Estado.
A medida que se conmemora otro 24 de marzo, los organismos de derechos humanos y las víctimas continúan buscando el avance de las causas para evitar la “impunidad biológica” de los acusados. Este Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia promete ser uno de los más desafiantes hasta la fecha.