La situación de las familias ribereñas en la ciudad de Corrientes es cada vez más preocupante, debido a la creciente del río Paraná que no solamente afecta a la capital correntina sino también a otras localidades que ya cuentan con muchos evacuados como consecuencia de la apertura de la represa Yacyretá, la que continúa con sus compuertas abiertas, lo que condiciona a los pueblos aguas abajo.
Ituzaingó fue la primera que recibió la importante descarga de la represa hidroeléctrica y luego, como un efecto dominó, fueron recibiendo ese caudal líquido las demás ciudades que bañan sus costas con las aguas del Paraná.
En una recorrida, en horas de la tarde -cuando nuestra Capital volvió a sufrir temperaturas que superaron los 36 grados- vecinos damnificados remarcaron que no se quieren ir de allí a pesar del apremiante estado en el que se encuentran; la razón fue muy clara, precisa y generalizada: “Si nos vamos nos robarán todas nuestras cosas”.

Con más de 50 centímetros de agua en todas las piezas de su casa, Aurora Suárez resiste a ser evacuada y al embate de la creciente en su casa en el barrio “La Tosquera”. La señora destacó que esta no es la primera vez que el agua tocó a su puerta y entró sin permiso. “Vivimos hace 12 años en el barrio con mi marido, después de ocho años nos volvimos a inundar”, remarcó al referirse a la creciente de las aguas.

“Levantamos todas nuestras cosas pero no queremos salir, porque vamos a perder todo”, destacó la valiente señora que nos invitó a pasar a su casa con el agua que nos llegaba hasta las rodillas.
“Lo poquito que tenemos lo debemos cuidar, preferimos soportar el agua a que nos roben”, esa fue la respuesta de la mayoría de los pobladores de “La Tosquera”, quienes les tienen más miedo a quedarse sin sus cosas en una posible evacuación que al agua dentro de sus casas.
Al ser consultada sobre el avance de las aguas del río Paraná, Aurora comentó que “hace tres días tengo el agua adentro de mi casa, primero fue atrás pero ahora ya tengo agua en todas las piezas”.

Cabe recordar que hace varios años que no habían grandes lluvias en todo el territorio provincial, lo que ocasionó que el agua retroceda unos 200 metros de donde se encuentran estas casas afectadas por la creciente, allí se instalaron los oleros, quienes viven de la producción y venta de ladrillos, al respecto Aurora reseñó que “cuando no teníamos la inundación, había obrajes de los ladrilleros pero ahora está todo tapado por el agua”.

La señora también volvió a resaltar que “acá nomás nos vamos a quedar, vamos a soportar el agua acá, nos preguntaron si nos queríamos ir pero no nos vamos porque nos van a robar todas las cosas que tenemos”, resaltó con el agua en las rodillas.
Para poder llegar a otra de las casas tuvimos que descalzarnos ya que se encontraba rodeada de agua. Con un pared de arena que servía para que la marejada no haga ingresar el agua a la casa, o por lo menos, que entre la menor cantidad posible.

“Dejamos la casa y nos desvalijan”

Es el caso de Lourdes Machado y su familia, quienes se encontraban sacando agua de su casa cuando nos acercamos. Nos comentaron que tampoco se van a ir de allí pese al agua, con la diferencia de que ellos tienen hijos. “Acá estamos, como ven, en el agua, todavía nadie se acercó a ayudarnos y tenemos tres chicos menores de 13 años, 8 y el bebé de 10 meses”.
Al ser consultada si la habían censado o si se habían acercado para conocer la situación dramática en la que se encuentran, aseveró que “no recibimos ninguna ayuda todavía, estamos con lo que tenemos”. A la vez, comentó que “estamos con el agua en la casa hace varios días, desde el jueves empezó a venir y venir, y cuando nos dimos cuenta estábamos todos en el agua”.

Al igual que otras familias, la de Lourdes tampoco se quiere ir de su hogar ya que “si nos vamos perdemos nuestras cosas porque hay gente dañina, y todo lo que tenemos lo hicimos a pulmón”. Comentó que mataron una víbora y también aparecieron “arañas, hormigas y alacranes”.
Cuando se ingresó a la casa de Lourdes pudimos ver las cosas arriba en su hogar, “sacamos el agua con escurridores y baldes, poniendo una barrera de arena para que no siga filtrando y no nos fundan nuestras cosas”, pero también, pese a no querer irse, si el agua avanzaba remarcó que “vamos a tener que evacuar por los chicos, pero nos vamos a ir un poco más arriba nomás, una señora nos ofreció el terreno para estar porque no podemos dejar la casa, la dejamos y nos desvalijan por completo”.
Pese a haber centros de evacuados los ribereños prefieren quedarse “a ver nuestras cosas, a venir y no encontrar nada”, es la situación en la que se encuentran en este momento.
Otra de las personas afectadas por el avance de las aguas es Ramón Encinas, quien es pescador y ve cómo su casa está a poco menos de medio metro para que el agua ingrese a su casa, la que se encuentra totalmente rodeada por la creciente.
“Estamos casi flotando, y si sigue creciendo va a agarrar las casas de arriba”, destacó el pescador, refiriéndose al avance de las aguas que podrían, en la jornada de hoy, ingresar a su casa.
Ramón ya estuvo en la anterior crecida que tuvo el Paraná hace ocho años atrás donde el avance fue mayor al actual, “en la última creciente llegó unos quince metros más allá, eso fue hace ocho años”, detalló y dejó otro párrafo por la sequía de los últimos años, “con la seca teníamos el agua a unos 200 metros de acá”, pero vieron como se les vino el río nuevamente.
También sufre el mismo problema de los evacuados en “La Tosquera”, el de no querer abandonar su casa, “no podemos dejar nuestras cosas porque venimos y no encontramos nada”, destacó el pescador.

Lovinson: “Tenemos 1.100 evacuados en la provincia”
Luego de la reunión que llevaron a cabo sobre la situación hidrológica que atraviesa la provincia de Corrientes para establecer estrategias para el cuidado de los pobladores ribereños afectados por la crecida, el subdirector Defensa Civil Corrientes, Bruno Lovinson, el Ministerio de Seguridad, allí remarcó que “la provincia está aproximadamente con 1.100 evacuados, entre la costa del río Uruguay y Paraná”.
En lo que respecta al pronóstico de los próximo días detalló que “las previsiones para la costa del río Uruguay tenderían a mejorar, no así para la costa del río Paraná que todavía tiene puertos que están en creciente pero se espera algún alivio durante el fin de semana, pero las precipitaciones para las altas cuencas se mantienen”.
En lo que respecta a las localidades más afectadas, Lovinson dijo que “Santo Tomé, Alvear, La Cruz, Paso de los Libres, Bonpland, Mocoretá y Monte Caseros son las zonas más afectadas en el río Uruguay, en tanto que el río Paraná desde Isla Apipé hasta el puerto de Goya”, y esperan que llegue hoy a Esquina.