La Inspección General de Justicia avaló el nacimiento de la ONG y ahora comenzará el momento de contratar empleados.
Santi Maratea hizo su sueño realidad: el influencer creó su propia fundación con el objetivo de continuar realizando las colectas con las que viene ayudando a decenas de personas.
La fundación fue baitizada bautizó D&D y luego de varios meses de hacer los trámites necesarios para que ese sueño se volviera realidad, el influencer comunicó las buenas nuevas: la Inspección General de Justicia avaló el nacimiento de la ONG.
“La mejor noticia del año: se aprobó finalmente la D&D como fundación. Ya es reconocida como tal por la República Argentina. Esa es una emoción muy grande para mí, más grande de lo que puedo dimensionar”, contó el joven en su cuenta oficial de Instagram. Y agregó: “Hoy decidí que será un día de celebración, de goce”.
Además de festejar, y como suele hacerlo, Santi Maratea comenzó a juntar dinero paralelo después de concretar dos colectas: “Juntamos la plata para que Delfi viaje a México a recibir su tratamiento y para que Isa viaje a Colombia a competir y a representar a la Argentina”.
La próxima colecta de Santi Maratea
“Tengo tres motivos para pasar la gorra y son los tres son muy interesantes”, adelantó el influencer. Según detalló, la primera colecta tendrá como objetivo pagar un viaje para que él pueda ir al Lollapalooza en otro país. “El segundo motivo es para pagar el sueldo de la primera empelada de la D&D, que está trabajando con nosotros desde marzo”, sumó.
Por último, Santi explicó que hará una tercera colecta de dinero para pagar la mesa que compró para su fundación: “Tengo que terminar de pagarla, porque me salió muy cara. La pagué dos millones y medio de pesos más o menos”. Acostumbrado a los haters, el influencer se defendió de los comentarios maliciosos y disparó: “No me vengan con ‘Santiago, ¿cómo gastaste eso en una mesa?, hubieras comprado una más barata’. Chicos no entendieron nada, es la mesa de la D&D, de la fundación que será más grande que Google. ¿Quieren poner una mesa de pino? No me ofendan, respeten”.
