El lunes por la mañana, una mujer vivió un trágico incidente mientras llevaba a dos niños a la escuela. Durante el trayecto, mientras cruzaban una plaza para llegar a la escuela, Sandra sintió un ardor en la espalda y pensó que la había picado un bicho.
“Una mamá se dio cuenta de que empecé a sangrar. Me dijo que me quedara tranquila y llamamos al 911. Luego ingresé como pude a la escuela, pero era demasiado lo que sangraba”.
Una vez que fue atendida por los médicos supo que lo que había sufrido era una herida de bala. Un impacto perdido que ingresó por la espalda en la zona del omóplato: “Fue muy fuerte, me rompió la remera y la camisa. Si la bala no pegaba ahí iba directo al corazón”, explicó.
“Estoy mal todavía. Venía caminando con los menores a las 7.45 y sentí el ardor en la espalda. Me contuvieron, porque yo seguía con la nena de dos años. El SAME me llevó al Hospital Argerich y me dijeron que volví a nacer”, agregó Sandra.