Cada vez más padres y tutores eligen arrendar las indumentarias para los actos escolares ante los elevados montos que se requieren al invertir en atuendos nuevos. Una emprendedora dedicada al rubro dio detalles del negocio que todos los años encuentra cientos de clientes.
Uno de los efectos de la crisis económica que puede evidenciarse, más allá de las góndolas, se da en los gastos que realizan las familias correntinas para cumplir con los actos escolares. Ante las cifras elevadas que piden los comercios de venta de cotillón, el alquiler de los “disfraces patrios” creció este año y en algunos locales hay “quiebre de stock”. Para los clientes constituye un importante ahorro ante la opción de comprar uno nuevo.
Wilda Yunes es una correntina que encontró hace cinco años una fuente de ingresos en el arrendamiento de esta indumentaria de fantasía para las celebraciones patrias en las escuelas del nivel Primario. Inició con apenas dos percheros y ahora en su local, ubicado sobre calle Gutemberg 2666, se forman filas desde dos semanas para retirar las “ropitas” de los tiempos coloniales.
“El repunte de la demanda se sintió desde el año pasado, porque después de la pandemia y el encierro, todos querían actuar y participar en los actos”, aseguró Wilda, en una entrevista con diario época. En su comercio del barrio Ciudad Estepa, tiene a disposición 60 disfraces divididos entre damas y caballeros antiguos. Además de otros 40 alusivos a soldados o a “negras candomberas”.
“Para esta temporada adquirí más disfraces que el año pasado y, pese a la previsión, igual me quedé sin indumentaria”, sostuvo la mujer que alquila cada traje a $2.500 por día. Los más demandados son los trajes de “caballeritos” y los vestidos de “damita”. El primero incluye pantalón, saco de cola, galera, bastón, pantalón y yabot. Mientras que en el segundo caso, la oferta integra vestido, pollerón, peinetón, mantilla y collar. “En el caso que quieran guantes o abanicos, deberán abonar $500 extra”, aclaró.
Desde el comercio comentaron que las consultas siguen llegando esta semana, ya que muchas escuelas decidieron pasar sus conmemoraciones por el 25 de Mayo para el próximo lunes. El éxito emergente de este rubro se explica en los elevados precios que piden los locales céntricos por disfraces nuevos (ver recuadro).
La emprendedora solicita a una modista la confección de las ropas y tras cada uso debe lavarlas para ponerlas nuevamente a disposición de sus clientes.
Y tan buena alternativa representa para los correntinos, que Wilda extendió su oferta a trajes para fiestas, como recepciones y eventos privados. Incluso, hasta se pueden alquilar zapatos y tacos.
Sin embargo, la demanda se concentra en estos días y hasta el próximo 17 de agosto (última fecha patria que más requiere personificaciones en las escuelas), en motivos de los tiempos coloniales.
Contrastes
En una recorrida que realizó época por comercios del microcentro capitalino -hace una semana- determinó que la inversión para vestir un “caballerito” ascendía hasta $19.000. Y para vestir una “damita” rondaba los $10.000.
Si se tiene en cuenta que el precio del alquiler para ambos atuendos es de $2.500, el porcentaje de ahorro para el primer caso llega al 660% (-$16.500). Y para las damas antiguas promedia 300% (-$7.500).
Estos comercios también ofrecían algunas opciones para los bolsillos más ajustados. En un local ubicado sobre Yrigoyen casi Catamarca estaba en vidriera una pechera a $2.500, que debía complementarse con camisa blanca y pantalón. Sin embargo, solo una galera de buena calidad llegaba a los $2.500.