El gobierno de Jerusalén aclaró que no dará ningún tipo de arma a Ucrania, a la que sólo ha ofrecido ayuda para mejorar su sistema de alerta frente a los ataques de las tropas del Kremlin
El primer ministro israelí, Yair Lapid, advirtió este jueves que la colaboración militar entre Rusia e Irán, por el uso de drones fabricados en Teherán por parte de Moscú para atacar Ucrania representa un peligro global.
“Naturalmente, pensamos que las relaciones entre Rusia e Irán son un problema grave no solo para Israel, sino también para Ucrania, Europa y el mundo entero”, expresó Lapid a la cadena de televisión RTVi.
Lapid indicó que es “absolutamente inaceptable” que Teherán haya entregado drones para que sean utilizados por las tropas rusas. “Irán es un estado terrorista peligroso, y el hecho de que Rusia haga negocios con él pone en peligro al mundo entero”, reiteró.
Posteriormente, Yair Lapid habló con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, en medio de la tensión creada por la negativa del Ejecutivo israelí de proporcionar armas.
Kuleba expresó que ha reiterado la solicitud de Kiev para que Jerusalén proporcione sistemas y tecnología de defensa aérea y antimisiles.
A su vez, aseguró haber informado a Lapid del “sufrimiento indescriptible, la pérdida de vidas y la destrucción causada por los misiles rusos y drones de fabricación iraní”, expresó en su perfil de la red social Twitter.
El primer ministro israelí no ha hecho referencia al tema de la ayuda militar, sin embargo, manifestó su “profunda preocupación por los lazos militares entre Irán y Rusia”, de acuerdo con lo expresado en su cuenta en Twitter.
El Gobierno de Israel aclaró este miércoles que no dará ningún tipo de arma a Ucrania, a la que sólo ha ofrecido ayuda para mejorar su sistema de alerta frente a los ataques rusos.
“Nuestra política con Ucrania no cambiará”, dijo el ministro de Defensa, Benny Gantz, en un encuentro con embajadores de países de la Unión Europea en el que atribuyó la negativa a enviar armamento a “limitaciones” y a “distintas consideraciones operativas”, según The Jerusalem Post.
Así, sólo se ha ofrecido a “ayudar a desarrollar un sistema de alerta temprana para salvar vidas”, lo que implicaría trasladar a Ucrania la experiencia de Israel en los avisos frente a ataques como los lanzados desde la Franja de Gaza.
Aunque ha condenado la invasión rusa y no reconoce la anexión por parte de Rusia de cuatro provincias ucranianas, Israel no ha impuesto sanciones a la élite del Kremlin.
Esta posición se debe principalmente a la alianza estratégica de Israel con Rusia en el marco del conflicto armado en Siria, donde Moscú tiene una importante presencia y permite los bombardeos israelíes sobre milicias proiraníes.
La moderación israelí ha motivado múltiples reclamaciones por parte del propio presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, de raíces judías, quien ha mostrado su indignación por no haber recibido el armamento solicitado a Israel, en particular, su eficaz sistema antimisiles Cúpula de Hierro.