En medio de la fuerte sequía y los problemas para acceder a los insumos, los productores de arroz se lanzan a una nueva campaña y esperan que la suba de precios proyectada para el sector, impacte hacia fin de año.
El sector arrocero empieza una nueva campaña y la lluvia será clave para garantizar un mínimo de producción, sin embargo, la sequía amenaza al proceso.
Cristian Jetter, referente de la Asociación Argentina de Plantadores de Arroz, explicó al programa Aires de Campo que “a un mes de siembra, la semana pasada se dio una lluvia interesante en casi toda la provincia que va a posibilitar de gran parte de lo sembrado”.
“Esta lluvia alcanza para hacer nacer el arroz y nada más, pero hoy el déficit fuerte se da en la zona centro de arroz de la provincia donde las represas están con un 50% o 60% de almacenamiento de agua”, dijo.
Por ello, “de no darse una lluvia importante para lo que resta de octubre y primera quincena de noviembre, va a haber una fuerte disminución en la superficie de siembra”, advirtió.
Si esto llegara a darse, se estima que “la superficie de siembre será de 85 mil hectáreas”.
Del total de la producción, dos terceras se exportan “y en el contexto internacional hay una expectativa de suba de precio” sumado a que “no acompañó la suba que tuvo el resto de los commodities este año”.
Tal fue el caso de la soja, el trigo o el maíz y ello llevó a una menor producción de arroz que, sumado a una sequía “muy importante en sectores de Europa y otros sectores donde se siembra arroz. Hay stock ero se espera que, hacia fin de año, vamos a tener un mejor precio”.
Más allá de esta suba, “en Argentina con la subvaluación que tiene el dólar y sin la ventaja que tuvo la soja que se permitió vender 200 pesos por dólar”.
“Nosotros seguimos vendiendo a 140 y cuando uno exporta y recibe pesos a cambio, tiene menor capacidad de compra”, señaló.
Otra de las complicaciones para el sector es la necesidad de insumos que en este caso son “fertilizantes y agroquímicos”.
En el primero de los casos “se normalizó con precios altos, ya que acompañaron a los commodities y en agroquímicos temes algunos faltantes con específicos para el arroz”, explicó.
El cepo al dólar derivó en que “las agroquímicas grandes prefieren darle prioridad de importación a los productos que utilizan el maíz, la soja y el trigo y no a los que usan en las economías regionales. Estamos usando productos alternativos y hay que pagar algunos pesos más para conseguirlo”.
En la misma línea de conflictos entran los neumáticos para las maquinarias “que se viene arrastrando desde hace un año”.
“Estamos con serios problemas para conseguir cubiertas, recapando las cubiertas, hace dos años, fácilmente”, dijo.
Algo similar ocurre con algunos repuestos necesarios para la maquinaria que se utiliza.