El biólogo Nicolás Carro, comentó: “es un proceso complejo y lleno de desafíos, comenzó todo en instituciones con las que se pueden generarse convenio, nos enviaron pichones de guacamayos cuando tuvieron, o bien si hay decomiso de gente que tiene en su casa los guacamayos, nos derivan a nosotros y acá se empiezan los procesos de entrenamiento para reinsertarlos en el ambiente natural”.
Al mismo tiempo, el referente de la Fundación Rewilding Argentina, expresó: “siempre es más fácil trabajar con los pichones, ellos están solo en contacto con los padres, son más preparados, que uno que creció en cautiverio, no tiene una dieta adecuada, y se necesita más trabajo”.
Asimismo, el biólogo, contó: “en la actualidad intentamos que sea un proceso de tres meses, la cuarentene les lleva un mes aproximadamente, y después sí empieza el proceso de entrenamiento, lo normal es que se haga un entrenamiento físico, se le enseña a moverse en una tacuara alta, que tiene un trozo de rama bien arriba, luego vuelan de una a otra flecha, y terminan haciendo vuelos de 30 metros, aspiramos a que terminen con 30 vuelos diarios”.
A su vez, el especialista, detalló: “intentamos de no generar un vínculo, somos tres personas que estamos como responsables y tenemos tres voluntarios, intentamos que las personas sean distintas todos los días, y que el entrenamiento también sea distinto, es importante para nosotros reconocerlos a ellos”.
Y señaló: “si ellos empiezan a estar interesados por las personas, es peligroso para ellos, porque está la posibilidad de que los dañen o los maten”.
En ese mismo sentido, Nicolás Carro, sobre el periodo de crecimiento de los guacamayos, indicó: “normalmente a partir de los 2 años estarían cercanos a lo que es la vida de un adulto, pero entre los 4 y 6 años no están en condiciones de formar una pareja, recién a los 5 años empiezan a buscar, se juntan con hembras o machos y les toma 2 años establecerse como pareja”.
Y finalizó: “si ponen huevos y los pichones sobreviven es probable que se establezcan como pareja estable, pero si los pichones mueren es probable que se busquen otra pareja, pero son monógamos la gran parte del tiempo”.