No obtendrán la suma fija anunciada la semana pasada para los trabajadores del Congreso, pero sus dietas volverán a estar “enganchadas” a las paritarias del sector
A partir del mes que viene los diputados y senadores nacionales ya no tendrán sus sueldos congelados y recibirán un aumento del 30%, en línea con la paritaria negociada por los trabajadores del Congreso.
La semana pasada la titular del Senado, Cristina Kirchner, y Cecilia Moreau, presidentas de la Cámara de Diputados, anunciaron una suma fija de $30 mil a los trabajadores parlamentarios. La propuesta de incluir sumas fijas antes de fin de año para recomponer los salarios había sido lanzada por la Vicepresidenta en el acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Pilar. Una idea resistida por la Casa Rosada y por la CGT.
Si bien aclararon que el “bono” no incluiría “a los legisladores de ambas Cámaras, las autoridades superiores y la planta política del Congreso”, el segundo artículo de la resolución escondía un beneficio.
“Deróguese el artículo 2 de la RC 03/2022, con efecto a partir de la presente resolución”, decía en lenguaje críptico, lo que evitó que la noticia tomara verdadera trascendencia. El artículo en cuestión estipulaba que cualquier aumento de los haberes y/o dieta de los legisladores debía ser “tratado y aprobado por el pleno de ambas Cámaras”.
Así lo habían estipulado la propia Cristina Kirchner y Sergio Massa -por entonces presidente de Diputados- en julio pasado cuando otorgaron un aumento del 69% para los trabajadores del Congreso. En un contexto de descontento generalizado con la dirigencia de todos los partidos y de fuertes cuestionamientos a los gastos de “la política”, la estrategia buscaba contener el reclamo de aumento de los legisladores que evitarían votarlo para no se blanco de críticas. De hecho, así sucedió, no hubo incrementos.
Sin embargo, a pedido de las autoridades de los bloques del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, los salarios fueron descongelados para que una vez más puedan ir “enganchados” con la paritaria de trabajadores legislativos, tal como era habitual.
Los salarios de los legisladores superan los $350 mil netos, a lo que se suman pasajes, gastos de representación y extras por desarraigo. Los diputados de las provincias más alejadas de la ciudad de Buenos Aires estaban entre los más descontentos debido a los gastos de trasladarse a la capital.
“Yo vivo de mi sueldo, no tengo otros ingresos a diferencia de otros diputados que son empresarios, que se pueden dar el lugo de rifarlo”, aclaró un diputado oficialista a Infobae, en referencia al libertario Javier Milei quien mensualmente sortea su dieta.
Debido al contexto social y económico las dietas de los legisladores están congeladas desde enero, por lo que advierten que el aumento del 30% las dejará muy por detrás de la inflación, calculada en un 100% anual.