(Corresponsalía Buenos Aires) – El avance de Cristina Kirchner para asumir la presidencia del Partido Justicialista (PJ) está generando tensión en el seno del partido, con un desenlace que podría desembocar en una intervención judicial. La reciente decisión de la Junta Electoral de excluir la lista del gobernador Ricardo Quintela reavivó las expectativas en el entorno del riojano de judicializar la situación. De materializarse, el caso recaería en la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría, quien ha expresado poco interés en involucrarse en las internas partidarias, y no descarta decretar una intervención del PJ si no se ordena el proceso.
En un paso que demuestra la presión interna, los sindicatos que hasta hace poco apoyaban activamente a Quintela han comenzado a cancelar las reuniones y plenarios que tenían programados, aguardando que finalmente se establezca una lista única que coloque a Cristina Kirchner al frente del partido sin pasar por internas. Esta movida implicaría, según allegados a Quintela, un alineamiento forzado al sector de La Cámpora, lo que ellos consideran una estrategia para excluir a otras facciones del partido.
Para algunos dirigentes riojanos, el escenario sugiere una proscripción en favor del sector de la exmandataria. “Si nos proscriben, vaciamos el partido y la única responsable será Cristina, dejando el PJ solo para La Cámpora”, declararon fuentes cercanas al gobernador. De hecho, ya ha habido contactos informales entre representantes de Quintela y la jueza Servini, quien en 2018 tomó una medida similar al colocar al sindicalista Luis Barrionuevo al frente del PJ tras un conflicto interno.
El pasado viernes, el kirchnerismo buscó un acercamiento con Servini a través de Eduardo “Wado” de Pedro y su hermano Gerónimo Ustarroz, quienes visitaron a la magistrada en su despacho, según reveló LPO. La visita se dio en un contexto de tensiones internas: fuentes indican que en una reciente fiesta, Máximo Kirchner y De Pedro habrían tenido un intercambio tenso sobre el manejo de la situación y los fallos judiciales pendientes, reflejo de las divisiones en el kirchnerismo sobre cómo abordar la disputa con Quintela.
La decisión de apartar a Quintela fue ratificada por la Junta Electoral encabezada por Juan Manuel Olmos, quien comunicó la resolución final con el aval de Cristina Kirchner. En respuesta, la senadora Anabel Fernández Sagasti, cercana a la expresidenta, opinó: “A esta altura me parece que no quieren competir porque no tienen candidatos, avales ni votos. Por eso buscan judicializar”. Desde el entorno de Quintela, respondieron: “Que nos dejen competir”.