El dato surge del análisis del celular de la joven procesada como autora del intento de homicidio de la Vicepresidenta. Eduardo Miguel Prestofelippo fue condenado por hostigar en redes a la primera dama, Fabiola Yañez.
En medio de la causa que intenta esclarecer el intento de asesinato de Cristina Kirchner, un dato llamó la atención de los investigadores: en el teléfono de Brenda Uliarte, la novia del atacante de la Vicepresidenta, aparecieron mensajes que dan cuenta de una relación de la joven con Eduardo Miguel Prestofelippo, conocido como “El Presto”, un joven vinculado a la militancia libertaria, anticuarentena y antikirchnerista que recientemente fue sentenciado a cumplir 30 días de prisión domiciliaria por haber hostigado a la primera dama, Fabiola Yañez, por las redes sociales.
Según indicaron a Infobae fuentes de la investigación, Brenda estaba “enganchada” con “El Presto” y tuvieron una relación de unos tres meses que se interrumpió en julio, un mes antes del ataque contra la ex presidenta. Era una relación frecuente y sentimental, se explicó. Los investigadores deducen que ella lo seguía buscando tras la ruptura.
“Ella sentía admiración por ‘El Presto’. Se intenta determinar si existió algún grado de instigación”, señalaron las fuentes vinculadas a la investigación.
El dato podría pasar desapercibido sino fuera porque el youtuber conocido como “El Presto” (@elprestook con 362 mil seguidores en Instagram) tiene dos causas judiciales por presuntos delitos vinculados a la instigación de la violencia: la más resonante, las amenazas que le valieron a Prestofelippo su segunda imputación cuando, en septiembre del 2020, escribió en Twitter, dirigiéndose a Cristina Kirchner: “Vos no vas a salir viva de este estallido social. (…) Te queda poco tiempo”. El tuit llevaba una foto de la Vicepresidenta.
Pero además el día del intento de homicidio, “El Presto” consideró las imágenes que habían tenido lugar frente a la casa dela vicepresidenta como un “acting” del kirchnerismo. Y al día siguiente también posteó en Instagram: “¿vos seguís creyendo toda esta pantomima?”
En febrero del 2022 Prestofelippo fue condenado a 30 días de prisión domiciliaria efectiva por hostigar y discriminar a la primera dama de la Nación, Fabiola Yáñez, a través de sus redes sociales. Y Twitter en 2021 le suspendió su cuenta por una serie de tuits que escribió sobre el caso de Úrsula Bahillo, la joven asesinada en la ciudad de Rojas por su ex pareja, un policía bonaerense condenado a prisión perpetua. El activista libertario había publicado: “Seguro que si Úrsula le hablaba con E a su asesino, se salvaba. Ah, no. Parate un cachito”. Y siguió: “Úrsula le tendría que haber cantado (con un ukelele) una canción anticapitalista y antipatriarcal a su asesino. Eso seguro la salvaba”.
No es la única causa que se le abrió. En mayo de 2020, “El Presto” había sido denunciado por el intendente de Paraná, Adán Bahl, luego de que el activista publicara un video en YouTube en el que “aconsejaba” a los trabajadores municipales de esa ciudad: “No vayan al Concejo Deliberante, no prendan fuego la Municipalidad; vayan a la casa de Adán Bahl y préndanla fuego con la familia adentro”.
Y con Agustín Spaccesi, entre otros referentes de los sectores autollamados “libertarios”, como candidato a gobernador, “El Presto” intentó ser candidato a legislador en 2019. Pero el joven chocó contra una norma básica del derecho electoral: no figuraba en el padrón de Córdoba, por lo que la jueza Marta Vidal ordenó su exclusión de la boleta de Unión Ciudadana, nombre del partido libertario cordobés.
En la noche del 1 de septiembre, Cristina Kirchner llegaba a su casa, donde la esperaba un grupo de militantes que se congregaban en su cuadra, del barrio de la Recoleta, desde que el fiscal Diego Luciani le pidió doce años de cárcel en el juicio oral y público por las obras concedidas a Lázaro Báez en Santa Cruz. Cuando saludaba a sus simpatizantes, Fernando Sabag Montiel le puso una pistola en la cara. Gatilló pero el disparo no salió. No había bala en la recámara. Quiso escapar, pero fue atrapado por los militantes. Brenda Uliarte, su novia, que había llegado hasta allí con él, observó la detención y se fue disimuladamente. Fue arrestada en la noche del 4 de septiembre. Más tarde también fueron arrestados Agustina Diaz, amiga de Brenda; y Nicolás Gabriel Carrizo, el denominado jefe de los “copitos”.