Mañana se cumplen 10 años de la elección del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, como el Papa Francisco, el sumo pontífice número 266 de la historia y el primero de América.
En virtud de tal acontecimiento para la comunidad católica del país, época dialogó a nivel local con el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, y con el obispo auxiliar, José Adolfo Larregain, sobre lo que deja esta primera década de pontificado del Santo Padre argentino.
Stanovnik reseñó al respecto que “hace diez años asumía el servicio como obispo de Roma el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, y se convertía así en el papa Francisco. En todas las Diócesis y parroquias del país vamos a recordar este acontecimiento. Aquí lo haremos con un triduo a realizarse 15, 16 y 17 marzo, para concluir el sábado 18, a las 20, con una misa en la Catedral a la que se unirán todas las comunidades de las Arquidiócesis”.
De igual modo, el Prelado añadió que “el 21 de marzo, los obispos del NEA vamos a concelebrar la eucaristía en la Catedral de Posadas (Misiones), para dar gracias a Dios por el décimo aniversario del pontificado del Papa Francisco. Ante todo, queremos agradecer por el testimonio de buen pastor que recibimos de este gran hermano nuestro, un pastor abierto a todos y de ese modo manifestar nuestra gran filial adhesión a su brillante magisterio”.
Ante el mundo
Stanovnik reflexionó sobre lo que el Papa representa para el país ante el mundo. “Nos sentimos muy honrados de tener a un argentino entre los máximos referentes mundiales, en lo que atañe a valores humanos básicos y universales, como son: la paz, la fraternidad con todos y el cuidado del lugar que habitamos. Estos tres pilares son fundamentales para la convivencia humana en este pequeño planeta y para que el mismo tenga futuro”.
Sobre esos tres ejes, profundizó el Prelado y exaltó la primera carta apostólica de Bergoglio, el “Evangelii Gaudium”, que es sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual. “Allí, proclama que la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior y del aislamiento. ‘Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría, no hay nada mejor para transmitir a los demás’, concluye en esa carta el Papa”, explicó el Arzobispo.
En ese aspecto, profundizó que “al tercer año de su pontificado, Francisco escribe otra carta encíclica. Esta vez, sobre el cuidado de la creación. La conocemos como: ‘Laudato si’ y la dirige no sólo a los católicos, sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad y a todos aquellos que puedan contribuir a que puedan detener la degradación de la casa común que Dios nos ha confiado”.
“Las tres relaciones vitales a saber: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra se han roto -dice el Papa- y no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Por eso necesitamos volver a escuchar el mandato liberador del Génesis, que nos llama a cultivar y custodiar el jardín del mundo. Porque las demás criaturas avanzan junto con nosotros y a través de nosotros marchan hacia el término común que es Dios”, explicó Stanovnik.
“En la última encíclica de Francisco, ‘Fratelli Tutti’ (hermanos todos), sobre la fraternidad y la amistad social, explica él que la entrega a los lectores como un humilde aporte a la reflexión para que frente a diversas y actuales formas de eliminar y de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede sólo en palabras”, interpretó monseñor Andrés.
Luego amplió su observación: “Francisco dijo: ‘Si bien la escribí desde mis convicciones cristianas, que me alientan y me nutren, procuré hacerlo de tal manera que la reflexión se abra al diálogo con todas las personas de buena voluntad’. El Papa así refleja su corazón universal y da testimonio de la libertad y el amor misericordioso que él aprendió de Jesús”.
“Para concluir, deseo mencionar sus innumerables gestos de compasión hacia los que más sufren, los permanentes reclamos a la paz, al diálogo, y a la solidaridad entre los pueblos y al cuidado de la creación”, apreció y culminó valorando que “su ejemplo nos estimula porque todos estamos llamados a ser santos. Pongamos entonces en las tiernas manos de María de Itatí al Santo Padre, rezando por él, así como él lo pide insistentemente. Que el espíritu santo lo siga iluminando, lo sostenga y lo consuele en su alto ministerio al frente de la Iglesia”.
Como Francisco de Asís
El obispo Larregain, en primer lugar destacó el nombre programático elegido por el Papa: “Francisco nos remite, automáticamente, a San Francisco de Asís y a poner el don a la Iglesia y el carisma de Francisco de Asís como en el epicentro de la Iglesia”.
En segundo orden recordó que se trata de alguien que viene de la periferia, de un país muy lejano del Sur del mundo que de golpe pasó al centro de la Iglesia, con todo lo que eso conlleva.
Otro aspecto que subrayó el franciscano es el triple modo de lenguaje empleado por Bergoglio en su magisterio. “Hay una faz escrita, que comprende a las encíclicas publicadas, las exhortaciones apostólicas, sus documentos y sus mensajes, entre ellos los de los Ángelus. Después está su oralidad, que aflora toda vez que da una homilía y la parte gestual, que es muy importante y que nos muestra una gran sensibilidad hacia lo social”, consideró.
Sobre lo último, el Obispo Auxiliar completó que “el Papa tiene gestos concretos, como recibir pobres en el Vaticano, les da asistencia, come con ellos, les favorece alojamiento, comida y ropa. También demostró preocupación por la ecología, el ‘cuidado de la casa común’, puso ese tema sobre la mesa y se refirió al ecocidio como un pecado”.
En lo referido al compromiso social asumido por el Santo Padre, Larregain ahondó en que “Francisco vertió expresiones ante movimientos sociales en lo que dijo querer una Iglesia pobre para los pobres y lleva una vida austera, eligió vivir cerca de los que más necesitan. También repensó cuestiones sobre doctrina social de la Iglesia y denunció a los sistemas económicos que matan, que promueven la ley del más fuerte y que excluye a los pobres”.
Asimismo, puso especial énfasis en que “tenemos un Papa que no tuvo drama en hacerle frente a temas tensionantes y escabrosos como los abusos sexuales y de otra índole vinculados del clericalismo y creo la comisión pontificia para la protección de los menores en casos de abusos. Además hizo investigar a fondo temas de corrupción en el Vaticano”.
Por último, el Obispo exaltó que “Francisco defiende la vida, tanto desde el inicio como el fin de la misma (claro mensaje contra el aborto y la eutanasia), destacó la importancia de la mujer en la Iglesia, el lugar que ocupa y se explayó en más de una oportunidad sobre el rol actual de la mujer en el mundo”.
Principales ejes de su labor en el Vaticano
El papa Francisco celebrará mañana una década de pontificado. Entre sus principales ejes de acción, se destaca que el argentino se esforzó por implementar una reforma profunda de la curia romana para que esté más a la escucha de las iglesias locales y puso el foco también en la lucha contra de los abusos clericales.
Estos cambios, a veces criticados internamente, se afianzaron con la entrada en vigor en 2022 de una nueva Constitución, que reorganiza los dicasterios (ministerios) y prioriza la evangelización.
Francisco también luchó contra turbio sector de las finanzas del Vaticano, con la creación en 2014 de un Secretariado para la Economía, así como la aplicación de un marco de inversiones y de medidas anticorrupción. También ordenó el reajuste del Banco del Vaticano, con el cierre de 5.000 cuentas.
Estas modificaciones se vieron impactados por la pandemia de COVID y la sacudida del caso Becciu, un relevante cardenal italiano juzgado por una adquisición inmobiliaria opaca por parte de la Santa Sede. En sus 40 viajes al extranjero, Bergoglio quiso dar más importancia a las “periferias” y prefirió los países marginados de Europa del Este o de África, a los feudos católicos occidentales. A su vez, defendió el multilateralismo y denunciado sin cese el comercio de armas. Y también optó por el diálogo con todas las confesiones, especialmente con el islam, como quedó reflejado en una visita histórica en Irak en 2021. Durante su pontificado también alcanzó un acuerdo inédito con el régimen comunista de Pekín, en 2018, sobre la espinosa cuestión del nombramiento de obispos en China.
La diplomacia de la Santa Sede también obró para el acercamiento histórico entre Cuba y Estados Unidos en 2014. Pero chocó contra el muro de la guerra en Ucrania, ahí los llamados a la paz del Papa argentino no tuvieron efecto.
A nivel local, habrá tres días de oración
La comunidad católica correntina participará de la celebración del 10° aniversario del Pontificado del Papa Francisco. Es por ello que desde el Arzobispado harán un triduo de oración los días 15, 16 y 17 de marzo, para culminar luego el sábado 18 con la concelebración eucarística en la Iglesia Catedral en comunión con todas las comunidades parroquiales de la arquidiócesis.
De acuerdo a lo informado, en esa línea de preparación se propondrá una consigna por día: una pregunta que nos irá iluminando, un documento del Magisterio que será el faro del día y una propuesta concreta de oración y reflexión.
El cierre de este tiempo dedicado a rever la impronta del Papa Francisco en la iglesia, se vivirá el sábado 18 de marzo en la Santa Misa que será presidida, a las 20, por el arzobispo, monseñor Andrés Stanovnik y concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor José Adolfo Larregain, y el emérito, monseñor Domingo Salvador Castagna.
“Será una celebración para unir a los fieles correntinos en oración por la vida, intenciones y misión del Santo Padre”, anticiparon desde el Arzobispado. Una comisión para la celebración elaboró un material para ayudar a preparar y vivir este acontecimiento de gracia que significa los diez años de pontificado de Francisco.